En este escrito intentaré develar la letra pequeña y las consecuencias políticas de la detención del ex jefe de inteligencia venezolano: la persona que la revista Semana describía como uno de los pocos hombres que le hablaba al oído al ex presidente venezolano Hugo Chávez Frías. Parto de la hipótesis de que las pataletas públicas de Maduro son puro cuento y que él, por acción u omisión permitió que las autoridades arubanas, en coordinación con la DEA, le pusieran los ganchos al originario General del 4F.
No realizaré ningún juicio de valor sobre las acusaciones que sobre el general y otro grupo de oficiales pesan. Confío en que Holanda, sede del Tribunal de La Haya, de la Corte Penal Internacional, país con una enorme tradición legal donde se respeta y valora el Estado de Derecho y el derecho internacional lleve bien el proceso. Igualmente, la justicia de los EEUU, en caso de operar la extradición, es independiente y se podrá realizar un juicio mucho más justo que el realizado a los presos políticos, a los estudiantes o a los presos comunes en el país. Definitivamente reformar y construir una justicia independiente y proba son parte de las tareas pendientes en nuestra atribulada democracia. Ahora bien, queda claro que en algo raro, muy raro andaba el General, para que se atrevieran a detenerlo y mantenerlo retenido, después de las presiones, amenazas y gestiones del alto gobierno.
Vamos a los hechos para confirmar mi hipótesis sobre las peleas internas y la caída del Pollo Carvajal. En primer lugar fue Nicolás Maduro quien lo destituye de la DGIM en enero del presente año y decide darle como premio de consolación el Consulado de Aruba. Es de extrañar que Maduro, después de más de 5 años como canciller de Chávez desconociera la estrecha relación entre Holanda, país fundador de la OTAN y los EEUU. Por mencionar hechos recientes, el ejército Holandés acompañó la acción unilateral de los EEUU de invadir IRAK, tuvo tropas en Afganistán y ha sido siempre, dentro de la OTAN, un buen aliado de la política del gigante del norte.
Maduro, conociendo que el Pollo estaba en la llamada lista Clinton del Departamento del Tesoro, le estaba haciendo un flaco favor al general enviándolo a ese destino. Si realmente hubiese querido protegerlo lo habría enviado a un país aliado, tipo Cuba, Rusia, China, Bolivia, Ecuador o Argentina donde el plácet hubiese llegado automáticamente y las coordinaciones con la DEA por supuesto serían mucho más complicadas. El caso Carvajal se asemeja mucho a lo que hizo Fidel con el General Ochoa, héroe militar, al que ordenó fusilar por narcotráfico. En cada decisión estratégica de Nicolás se nota la mano peluda de Castro como asesor.
La pregunta es por qué Maduro no protegió eficazmente a un fiel servidor de su padre político. Acaso Chávez no le encomendó seguir el legado y cuidar a los hombres que se atrevieron a hacer todo para cumplir sus órdenes? La respuesta es sencilla. A Maduro le estorba todo aquel que tenga demasiado poder heredado del gobierno anterior, aunado a esto las circunstancias lo obligan realizar un cambio en el gobierno, privilegiando su alianza con Fedecamaras y el gran capital internacional al tiempo que aprieta las tuercas en cuanto a libertades públicas y medios de comunicación. Una especie de sistema híbrido entre el control social cubano y el liberalismo económico chino.
Detrás de lo que le ocurrió al Pollo Carvajal parece haber más una trampa interna que una celada montada por el imperio. Los señores de la DEA tuvieron una ayuda cuando le mandaron al pajarito a esa jaula segura. Sobre las consecuencias políticas podemos esperar dos tipos. Por un lado, algún doliente interno en el PSUV y dentro de las Fuerzas Armadas debe tener el Pollo, que pueden agudizar las diferencias entre las destinado corrientes de este partido. Por otro lado, los secretos que seguramente maneja,ya que no en vano tuvo al lado de Chávez durante casi 10 años manejando los servicios de inteligencia tendrían graves consecuencias sobre el gobierno de Maduro.
Los acontecimientos están en pleno desarrollo, al extremo que al terminar estas líneas me llega un mensaje anunciando que el propio Maduro va rumbo hacia Aruba a recibir de manos de las autoridades holandesas al General, lo que, de ser cierto, no desestima nada de lo anterior, porque evidentemente los dolientes internos del militar han presionado para que ello sea así.
Carlos Valero