Gustavo Azócar Alcalá: Carta a Ramón Guillermo Aveledo

Gustavo Azócar Alcalá: Carta a Ramón Guillermo Aveledo

thumbnailgustavoazocarEstimado Ramón:

Estas líneas son para felicitarte por tu valiente actitud al renunciar a tu cargo dentro de la MUD. Tu aporte será evaluado y juzgado por la historia. En mi humilde opinión, creo que fueron muchos más los aciertos que los desaciertos. No obstante, creo que tu renuncia era muy necesaria. Como necesaria es también la renuncia de todos los actuales integrantes de la MUD.

La MUD tiene que renovarse, reinventarse, reestructurarse y adaptarse a los tiempos que están por venir. La MUD tiene que crecer, y ello sólo es posible, si deja de ser una estructura al servicio de los partidos, para convertirse en una estructura al servicio de los sagrados intereses del país.





Estimado Ramón: los partidos que integran la MUD están tratando de resolver tu renuncia y sus diferencias con una “encerrona”. En lo que a mí respecta, no estoy de acuerdo con las “encerronas”. Creo que los graves problemas que afectan a la MUD y que afectan al país no se pueden resolver en una “encerrona”, donde 5 o 7 dirigentes se reúnen para echarse cuchillo entre unos y otros, defendiendo intereses personales o de los partidos a los cuales representan.

Hay quienes proponen convocar a un Congreso Ampliado de Unidad Nacional para tratar de resolver la crisis de la MUD. Esta idea pareciera ser muy original, pero está condenada al fracaso si no se toman en cuenta algunos aspectos. Lo primero que hay que preguntarse es: ¿quiénes serán los delegados o participantes en ese Congreso? ¿Cómo serán elegidos los delegados o participantes en ese Congreso? ¿Quién o quienes elegirá a los representantes o delegados a ese Congreso? Si los delegados o representantes al Congreso Ampliado de Unidad Nacional serán designados o escogidos “a dedo” por los mismos partidos que integran la MUD, entonces ya sabemos cuál será el resultado.

Apreciado Ramón: aun que ya no estás en la MUD, quiero hacer una propuesta para que sea debatida en una de las tantas “encerronas”: convoquemos Asambleas Populares en los 335 municipios del país. Asambleas abiertas, plurales, democráticas, donde participe y donde hable todo el mundo. Asambleas donde se discuta y se debatan los problemas del país y sus posibles soluciones. Cada Asamblea dará origen a un documento, con propuestas concretas, hechas por los ciudadanos de a pie, que son los que verdaderamente están sufriendo con la crisis económica y social que afecta a Venezuela.

Los 335 documentos, producto de igual número de Asambleas, se condensarán en un solo documento nacional, que a partir de ese momento se convertirá en el Plan Nacional de Rescate de la Democracia y que será de obligatorio cumplimiento para todos los que formamos parte de las fuerzas democráticas venezolanas. Eso nos permitirá contar con un Plan de Vuelo, una hoja de ruta, con objetivos a corto, mediano y largo plazo.

De esa manera, dejaremos de lado la improvisación, la desorganización, los inventos, el cómo vaya viniendo vamos viendo,  y todos sabremos lo que nos proponemos y lo que buscamos. Un Plan Nacional también permitirá que todos los partidos políticos trabajen en función de un mismo objetivo, y se acabe la competencia para ver quién tiene un mejor plan o un mejor proyecto.

Uno de los grandes males que afecta a las fuerzas democráticas venezolanas es que cada partido y cada dirigente cree tener el plan perfecto para salvar al país. Hay quienes creen que la solución es la guarimba: otros creen que la solución es el golpe de estado: hay quienes creen que la solución es esperar las presidenciales de 2019; otros creen que es mejor montarse en las parlamentarias de 2015; unos proponen una Asamblea Nacional Constituyente y no faltará algún loco que crea que lo mejor es pegarse un tiro.

Mientras las fuerzas democráticas se echan cuchillo entre ellas mismas, el PSUV y Nicolás Maduro, con la asesoría de los cubanos al mando de Fidel y Raúl siguen avanzando en su propósito de acabar con Venezuela sin contar con un adversario vigoroso que los pueda detener. Si queremos sacar a Maduro, primero debemos dejar a un lado los intereses personales y partidistas.

En tu carta de renuncia a la secretaria ejecutiva de la MUD, Ramón, escribiste una frase histórica:“El modelo de la imposición ha fracasado”. Eso es completamente cierto: no queremos más imposiciones. Ni del lado del Madurismo. Ni del lado de las fuerzas democráticas. Quiero votar, soberanamente, para elegir a los nuevos integrantes de la MUD. Quiero votar para elegir al nuevo Secretario Ejecutivo. No quiero más imposiciones. Sólo una elección puede hacer, por ejemplo, que dentro de la MUD no haya personajes como Ramón José Medina, quien tuvo el descaro de decir que no hay plan para sacar a Leopoldo López de la cárcel.

¿Hacemos primarias para escoger candidatos a Presidente, Gobernadores y Alcaldes pero no hacemos primarias para escoger a los miembros de la MUD? No entiendo. ¿Haremos primarias para escoger a los candidatos a la Asamblea Nacional? ¿O También será un acuerdo de cogollos? ¿Somos o no somos demócratas? ¿O es que somos demócratas de la boca para afuera?

 

SC. 2 de agosto de 2014