Luis Izquiel: Huir de la inseguridad

Luis Izquiel: Huir de la inseguridad

thumbnailluisizquielUna de las razones más importantes que tienen los venezolanos para emigrar, es la terrible situación de inseguridad que existe en el país. Esta circunstancia, sumada a la crisis económica y política, ha hecho que muchos compatriotas hayan tomado la decisión de marcharse de  Venezuela. Esta es una de las consecuencias más dolorosas de tener un Estado que no garantiza la vida y los bienes de los ciudadanos.

Vivir en un país con la criminalidad desbordada se traduce siempre en limitaciones a la libertad. La inseguridad impide que las personas  puedan llevar una vida normal en Venezuela (salvo los que están conectados al poder, que poseen vehículos blindados y numerosos escoltas). El informe 2013 del PNUD reflejó que los ciudadanos de nuestro país son los terceros en el mundo en sentir mayor temor al caminar de noche por las calles (solo detrás de los de Afganistán y los de Botsuana). La inseguridad hace que todos vivamos en una constante zozobra.

Muchas personas toman la decisión de irse del país luego de sufrir el trauma psicológico de un evento delictivo. Otros huyen por miedo a convertirse en víctimas. El venezolano, en términos generales, no es propenso a emigrar, pero muchos hacen el sacrificio buscando calidad de vida en otras tierras. Durante décadas nuestro país  recibió a millones de inmigrantes (algunos escapaban de la violencia que existía en sus países), pero hoy ocurre todo lo contrario.





Un reportaje sobre este tema, realizado por la agencia AFP en abril de este año, reprodujo las declaraciones de una odontóloga venezolana que emigró a España por la inseguridad, la cual manifestó lo siguiente: “el país me expulsó poco a poco. Duele mucho dejar a la familia y los amigos, pero necesitaba sentirme sin la angustia de que me van a robar otra vez a punta de pistola, de que me puedan secuestrar o matar”. Lamentablemente este es hoy el sentimiento de muchos venezolanos.

La fuga de cerebros que se ha producido en Venezuela en los últimos 15 años ha sido alarmante. Algunos cálculos indican que cerca de un millón de venezolanos ha emigrado en este periodo, buena parte de ellos profesionales de distintas áreas. Un reciente artículo publicado por el diario el Espectador de Colombia, refleja la pérdida de profesores y científicos que ha sufrido el país. En este trabajo, por ejemplo, se indica que en la universidad Simón Bolívar cerca de 240 profesores han dejado sus puestos de trabajo en los últimos 5 años. Rafael Álvarez, representante de la Asociación de Profesores de esa casa de estudios, señaló: “he estado aquí durante 34 años y nunca había visto algo como esto”. Asimismo, la UCV perdió alrededor de 700 docentes entre 2011 y 2012. En la universidad del Zulia existen 1.577 puestos vacantes de profesores. No está claro cuántos se han ido efectivamente del país, pues no hay datos oficiales, pero seguramente muchos lo han hecho.

Este fenómeno de personas escapando de la inseguridad, no es exclusivo de Venezuela. En la actualidad, miles de niños y adolescentes, provenientes de varios países de Centroamérica, han ingresado o intentan ingresar de manera ilegal a los Estados Unidos. Se calcula que en 2014 cerca de 60.000 han entrado de esta forma a territorio norteamericano. Se trata de una oleada de jóvenes que huyen de la pobreza, la falta de oportunidades y de la violencia de las denominadas “maras” (pandillas delictivas). Cruzan la frontera con los llamados “coyotes”  y luego tratan de reencontrarse con sus familias en EEUU. La semana pasada Barack Obama se reunió en Washington con los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras para tratar este problema.

Disminuir la inseguridad ciudadana a niveles tolerables es un requisito fundamental para que Venezuela  deje de ser un país productor de emigrantes.

Twitter: @Luisizquiel