Madre de bebé con síndrome de Down dice que nunca lo abandonará

Madre de bebé con síndrome de Down dice que nunca lo abandonará

FOTO NICOLAS ASFOURI / AFP
FOTO NICOLAS ASFOURI / AFP

Una tailandesa según la cual una pareja de australianos que supuestamente la contrató como vientre de alquiler le dejó un bebé con síndrome de Down, aseguró el lunes que “jamás” abandonará al niño enfermo, cuya historia provocó una polémica ética y numerosas donaciones.

Apilaporn Vechakij/AFP

Pattaramon Chanbua y Gammy, de siete meses, están en el centro de una polémica vinculada a la maternidad subrogada después de que la prensa publicó artículos diciendo que la pareja que contrató al vientre de alquiler supuestamente regresó a Australia con la hermana gemela sana del niño que abandonaron.





La tailandesa de 21 años, que ya tiene dos hijos, sostuvo el lunes que ella criará al niño, quien también tiene una infección pulmonar y un problema cardíaco, y que está hospitalizado desde hace algunos días en la provincia de Chonburi, al sur de Bangkok.

“Estoy contenta de que en esta lamentable situación haya una bendición: estamos juntos”, declaró a la AFP, junto a la cabecera de Gammy. “Lo quiero muchísimo, no lo abandonaré jamás”.

“Yo nunca pensé en abortar. Jamás pensé en abandonarlo, lo quiero como a mi propio bebé. (…) Es mi bebé”, insistió la joven madre.

“Gammy está mejor, poco a poco”, agregó, asegurando que más de 150.000 euros de donaciones llegados del mundo entero gracias a una colecta en internet servirían para su atención médica y su educación.

Numerosas parejas extranjeras, sobre todo australianas, viajan a Tailandia para utilizar los servicios de clínicas de fecundación in vitro y madres subrogadas, a pesar de cierto vacío jurídico.

Debido a que recurrir a una madre subrogada en el marco de un intercambio financiero no está permitido en Australia, cientos de parejas de ese país viajan todos los años al extranjero para encontrar vientres de alquiler, según la organización Surrogacy Australia.

– Aborto ilegal –

Este caso desencadenó una controversia sobre las cuestiones morales y legales relativas a la gestación para otra persona en otro país.

Sin embargo, algunos aspectos de esta historia no son claros, y por el momento, la pareja australiana, cuya identidad no se ha revelado, no ha dado su versión de los hechos.

Pattaramon explicó que a cambio de más de 10.000 euros (16.000 dólares australianos, 14.900 dólares estadounidenses) aceptó tener el niño, resultado de la fecundación de un óvulo de una donante tailandesa fecundada por el hombre australliano.

Una agencia, cuyo nombre se negó a revelar por motivos legales, aparentemente fue la intermediaria entre ella y la pareja.

Después de que los tests revelaron que el varón tenía el síndrome de Down, esa agencia le dijo que los padres querían que ella abortase, explicó Pattaramon. Pero ella se negó.

Gammy y su hermana gemela nacieron en diciembre en Tailandia. La pareja australiana se quedó con la niña sana y dejó a Gammy con su madre biológica, que carecía de medios para hacer frente al costoso tratamiento que necesita ese bebé.

El aborto es ilegal en Tailandia, salvo en caso de peligro para la salud de la madre o de violación. También está en contra de las creencias de un reino mayoritariamente budista.

“La agencia dijo que la pareja pagaría por el aborto. (…) Pero ellos no comprenden que nosotros somos un país budista. Si yo hubiera abortado me hubieran arrestado, porque es como matar a alguien”, añadió, destacando que esto le hizo perder confianza en la agencia y en la pareja de australianos.

En la página “Hope for Gammy” de un sitio internet que organizó la colecta de fondos en la web, hay numerosos testimonios de simpatía por la madre subrogada y el bebé enfermo.