Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biométrica de Barcelona, consiguieron con éxito un tratamiento contra el cáncer de mama, basado en el veneno de las avispas. ABC.es
La terapia está basada en la utilización de un péptido –unión de aminoácidos– proveniente del veneno de avispa para su uso potencial contra el cáncer de mama, haciendo frente a dos de las desventajas de los tratamientos existentes hasta ahora, los graves efectos secundarios y que los tumores son capaces de adquirir resistencia, lo que limita varios tipos de tratamiento.
Con el objetivo de superar estos dos inconvenientes los investigadores del IRB Barcelona han diseñado este péptido que tiene la capacidad de formar poros en la membrana plasmática celular, penetrar dentro de la célula y, finalmente, provocar su muerte, ya sea por necrosis o desencadenando apoptosis, una destrucción celular programada, según ha explicado a la agencia Sinc Miguel Moreno, autor principal del IRB Barcelona.
Sin embargo, esta potente “arma natural” no se podría utilizar debido a su alta toxicidad, es decir, que no solo dañaría a las células tumorales ya que también afectaría a las células sanas del paciente.
Por eso, los investigadores diseñaron un medio para transportar el péptido al tumor y hacer que se acumule de manera específica y controlada.
El sistema consiste en un polímero portador decorado con dos componentes: un péptido que se une a un receptor de las células tumorales; y el péptido citotóxico del veneno de avispa.
Los experimentos in vitro muestran que la sustancia se distribuye de forma adecuada dentro de las células tumorales y provoca su muerte, mientras que las células sanas, como los glóbulos rojos, permanecen a salvo.
Aunque los resultados, que se han publicado en el Journal of Controlled Release, parecen prometedores, aún son muy preliminares. El siguiente paso es comprobar su eficacia en ensayos in vivo en ratones. Los autores son muy optimistas sobre que la investigación llegue a buen cauce y este sistema antitumoral pueda utilizarse en un futuro como terapia complementaria a las ya existentes.