La titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se reunió por primera vez con su nieto Guido, el cual acaba de recuperar su identidad, 36 años después de que su madre, secuestrada y asesinada durante la dictadura militar, lo alumbrara, confirmaron hoy a Efe fuentes de la organización.
De Carlotto, de 83 años, y su nieto, que fue criado con el nombre de Ignacio Hurban, se reunieron este miércoles de forma privada durante seis horas en la ciudad bonaerense de La Plata, donde ella reside.
“Guido Montoya Carlotto ya pudo abrazar a su familia materna, que lo buscó sin pausa y de forma incansable durante 36 años”, afirmó la organización en un comunicado, en el que se pide respeto a su intimidad.
Dos de los hijos de Estela de Carlotto, Guido y Claudia, hablaron con medios locales sobre lo que fue el esperado encuentro entre abuela y nieto.
“Fue directamente a buscarla a mamá (Estela de Carlotto) y se fundieron en un abrazo”, relató a los medios locales Guido “Kibo” Carlotto, hijo de la presidenta de las Abuelas.
“Mi vieja (madre) casi se desmaya”, contó al diario Página 12 Claudia Carlotto, otra de las hijas del “alma” de las Abuelas.
Guido, que es músico, está casado y fue criado en el campo por personas que él creía hasta hace poco sus padres biológicos, se acercó voluntariamente a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que dirige Claudia Carlotto, su tía, para hacerse análisis genéticos porque dudaba de su identidad.
Esta semana se anunció que los análisis que se realizó voluntariamente demostraron que era hijo de Laura Carlotto y Oscar Montoya.
Laura Carlotto, secuestrada en 1977 por fuerzas de la dictadura cuando estaba embarazada, dio a luz en junio de 1978 a su hijo, del que fue separada al poco tiempo.
El cadáver de Laura, con disparos en la espalda, fue entregado a su familia, que supo del nacimiento de Guido por otros detenidos por la dictadura. Oscar Montoya, militante de la ultraizquierda peronista, también fue detenido y sigue desaparecido.
Con Guido Montoya Carlotto son 114 personas, hijos de víctimas de la dictadura, las que han recuperado su identidad gracias a los esfuerzos de las Abuelas de Plaza de Mayo, que calculan que todavía hay unas 400 personas que fueron apropiadas y no conocen quienes son en realidad.
“Estoy feliz de la vida, nos súper entendimos. Vamos a ir de a poco, porque nosotros somos muchos (…) Así que hicimos un encuentro íntimo. El es tranquilo, no ansioso como nosotros. Y es muy especial, muy inteligente”, apuntó Claudia Carlotto, tía de Guido.
“Hablamos de todo. El busca mucho el consenso, es sano, tiene sensibilidad social. Fue muy cálido, pero también estuvo muy bien plantado, sabe lo que quiere”, continuó. EFE