“Me llevé una sorpresa cuando fui al hospital a retirar los resultados de una resonancia cerebral, pues en vez de recibir una placa, me entregaron el estudio en un CD. Yo, confiada, fui a la consulta para que el médico revisara el estudio, pero me dijo que sin una placa no me puede dar un diagnóstico. Así que perdí mi cita y tuve que “rodar” por toda Maracaibo para hallar un lugar dónde imprimir mis resultados”. panorama.com.ve / Ana Carolina Morales
Por esta situación pasó Susgeny Cepeda, residente del sector Panamericano, quien luego de 15 días logró imprimir su resonancia, un servicio que hasta hace seis meses se ofrecía en los departamentos de radiología e imagenología de las clínicas y hospitales. Ahora, debido a la escasez del acetato para la impresión de estos estudios, muchos marabinos se enconmiendan a la nueva tarea de encontrar un lugar en el que puedan imprimir sus resultados.
Así como Cepeda, decenas de marabinos han sido devueltos de los consultorios por sus médicos tratantes, ya que se presentan a la cita con un CD, en vez de la tradicional placa de acetato.
Manuel Castellano pasó por la misma travesía cuando recibió sus imágenes en digital y fue devuelto por su doctor. “El especialista me regresó el día de la consulta porque no contaba con equipos para ver las imágenes de mi resonancia. Así que perdí tiempo en la espera de la consulta y hasta dinero porque tuve que pagar Bs. 250 por cada placa cuando, por fin, conseguí un lugar donde hacer la impresión”, contó.
Y se ha agudizado tanto la escasez de este material que hasta en centros especializados en tomografías y resonancias magnéticas no cuentan con el acetato. En la recepción de una clínica, ubicada en la calle 77 (5 de Julio), en un pequeño papel explican la situación a usuarios: “Les informamos que debido a la escasez de material radiológico, los estudios de tomografía y resonancias magnéticas, se les dará impreso un solo estudio y el resto de las imágenes se les entregará grabadas en un CD”.
Un radiólogo de un hospital de Maracaibo explicó, bajo anonimato, que esta situación afecta al paciente porque muchas clínicas y, especialmente, los hospitales no cuentan con la tecnología para que el médico pueda observar las placas en pantalla.
Contó: “Actualmente afecta más al usuario porque tardan más en tener un diagnóstico. Por ejemplo, si hoy tengo consulta y voy con mi CD, el médico me va a mandar a imprimirlo, porque no tiene un equipo para ver las imágenes. Entonces, el paciente pierde su consulta, y quién sabe cuánto tardará en poder regresar al consultorio y mientras pasan los días o semanas, tendrá resultados tardíos. Además está el gasto para imprimir las imágenes”.
Y aunque la impresión de la placa es el obstáculo para el paciente, el doctor Oswaldo Ramos, past president del Colegio Interamericano de Radiología, señaló que esta situación, en medio de la escasez, representa una oportunidad para que la red de clínicas y hospitales de Venezuela avancen hacia los métodos aplicados en otros países.
Explicó: “Los acetatos son productos que están incursos dentro del valor del dólar y son importados en gran mayoría, por lo que ha ocurrido una disminución del uso de ese material. En lo personal, considero que la opción electrónica es válida tanto en un CD o para verlo en línea, pues un solo paciente arroja entre 600 a 1.200 imágenes en tomografías y de 80 a 100 imágenes en radiografía. Esto no es posible en un acetato que, además, tiende a dañarse rápido. Considero que los centros de salud tienen una responsabilidad y deben contar con una plataforma para poder avanzar”.