El régimen ha perdido toda credibilidad. Entre disimulos y mentiras monta farsas increíblemente ridículas para esconder la seguidilla de fracasos en prácticamente todas sus políticas. Nada funciona bien en Venezuela. Y, lo que es peor, no hay nada que indique que las cosas puedan mejorar mientras los actuales gobernantes se mantengan.
Con bombos y platillos anuncian el cierre de la frontera con Colombia para “impedir” el contrabando, especialmente de gasolina. Es reconocimiento del fracaso de las medidas de racionamiento tomadas en Táchira y Zulia, mediante la obligación de adquirir identificación especial para adquirir gasolina en las estaciones de servicio. El problema siguió. Se hizo más grave. Ahora está alterada la vida ciudadana de los pueblos a uno y otro lado de la frontera. Sufren colombianos y venezolanos por igual. Gente con familia y trabajo allá y acá, reducida en el ejercicio de la libertad como consecuencia de haberle sacado el cuerpo al verdadero problema. El aparatoso fracaso de una política económica y social infeliz que debe atacarse desde la raíz, es decir, en sus causas aunque las consecuencias no pueden descuidarse. Sucede en una frontera militarizada desde hace varios años, con comandos para todo y donde los productos de intercambio transitan casi custodiados con operadores que han generado complicidades abiertas con muchos funcionarios.
Mas que de contrabando, deberíamos hablar de comercio informal. Todo lo demás fracasará como sucede. El tema de la gasolina merece comentarios que escapan a este espacio. Tiene mucho que ver con el control militar. Creo llegada la hora de negociar una amplia zona franca como primer paso para el establecimiento de un tratado de libre comercio entre ambas naciones. Nuestras economías son complementarias y estaríamos obligados a hacer bien las cosas. Este esquema siempre será más favorable al país que con objetivos claros, trabaje adecuadamente para alcanzarlos. No olvidemos nunca que colombianos y venezolanos integramos una sola nación, así esté contenida en dos repúblicas.