Monseñor Mario Moronta, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, realizó una nueva denuncia durante la festividad de la Virgen de la Consolación, el 15 de agosto pasado, en la ciudad de Táriba. Se trata del “alquiler de niñas y adolescentes por parte de sus padres en algunos lugares de nuestro Estado Táchira y que se ofrecen al mejor postor para que los clientes puedan disfrutar de ellas”. notitarde.com / Ramón Antonio Pérez
La misa solemne por los 414 años de la renovación de la Virgen de la Consolación de Táriba, patrona del estado Táchira, fue el momento para que el Obispo hiciera sus denuncias acerca del contrabando y manipulación de la gente que se da en la frontera de Venezuela y Colombia, “y frente a la cual no se dice nada”, según aseguró durante la homilía.
Mencionó “el tráfico de mujeres destinadas a la prostitución que diariamente pasan por nuestras fronteras y se llevan a los así llamados centros de distribución”; las “redes que buscan jóvenes universitarios y universitarias para que sean ‘personas de compañía’ y con ello puedan adquirir un beneficio monetario que les pudiera permitir sufragar sus estudios”; y las “rumbas de cada fin de semana que van debilitando la conciencia de tantos jóvenes que fácilmente caen en las redes del alcoholismo y del sexo fácil, con sus consecuencias de embarazos precoces y de enfermos de sida”.
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