Gobierno y oposición se pueden tomar su tiempo. No hay apuro en tomar decisiones, ni hace falta que alguien intervenga. El país marcha bien por sí mismo, como dirían los partidarios del laissez faire. Tal y como sentenció el difunto, la economía está sólida ya que el modelo socialista la hizo inmune a las depresiones y todo está bien como que en la casa de la señora baronesa. Gobierno y oposición pueden llevarla suave. Total, como dice el refrán, no por mucho madrugar amanece más temprano.
Los rojos dicen disponer de cuantiosos recursos. Los anuncios de vender Citgo y aumentar, perdón, ajustar el precio de la gasolina son solo trapos rojos para mantener ocupada a la oposición. Nadie sensato podría pensar en vender unas refinerías que producen divisas y garantizan la colocación de nuestro crudo pesado. Ciertamente en estos momentos Pdvsa solo coloca muy pocos barriles diarios, pero eso es para que los canadienses y mexicanos puedan también colocar su petróleo y no nos tilden de acaparadores. Además, la meta de los seis millones de barriles por día es solo una promesa más de Rafael Ramírez. Lo del anuncio del ¨ajuste¨ de la gasolina no es por necesidad, sino para jorobar a los ricos que poseen carros. No terminan de tomar la decisión por temor a que los pobres no se coman ese cuento y también se pregunten por qué van a subir la gasolina si el gobierno regala petróleo y dólares a Cuba y a otros gobiernos.
La unificación cambiaria tampoco tiene apuro, al fin y al cabo contar con cuatro tipos de cambio entretiene a los importadores haciendo cálculos. La escasez de papel higiénico, desodorante y champú no hay apuro en resolverla ya que la población se está acostumbrado. La de medicinas es algo programado para controlar el aumento de la población y se solucionará gradualmente cuando se logre equilibrar la tasa de mortalidad con la de nacimientos, lo cual será pronto gracias a los asesinatos y mal estado de los hospitales.
La oposición también tiene razones en tomar las cosas con calma. La unidad puede esperar. Leopoldo, Scarano, Ceballos, Simonovis, los policías metropolitanos, los veintiocho estudiantes, Baduel padre e hijo, Vasco da Costa y Miguel Ángel Nieto está cómodos en las ergástulas, desmintiendo la frase cervantina de que se encuentran donde toda incomodidad tiene su asiento. Los exiliados disfrutan de mejor calidad de vida que aquí. Ciertamente las empresas del Estado están quebradas, la agricultura es de puertos, la industria automovilística prácticamente cerrada, la prensa escrita acorralada, los hospitales en la carraplana y la educación por el suelo, pero todo se solucionará a partir del 2019 cuando un deux ex machina intervenga. Allá Keynes y los pesimistas que sostienen que a largo plazo estaremos muertos y no nos referimos solo a la muerte física, cuyas probabilidades aumentan día a día, sino enterrada la poca libertad que tenemos y el país en ruinas.
Total que el país está bien y por ello no hay apuro, la dirigencia se puede seguir peleando y el gobierno puede seguir manteniendo el rumbo que lleva. Mientras tanto, con excepción de los boliburgueses, todos los venezolanos están pasando penurias.
Como en botica: Según fuentes rojas están vendiendo Citgo porque están construyendo refinerías en Nicaragua, Ecuador y China, además porque a Citgo enviamos poco petróleo. Todo eso es cierto, pero cuando en próximos gobiernos se logre aumentar nuestra producción a seis y más millones de barriles por día tendremos problemas de colocación, además Citgo no da pérdidas y Estados Unidos es nuestro mejor mercado. Si Maduro es presidente de facto y Jaua canciller ¿por qué María Gabriela no puede ser embajadora? Allá Moncada que se la calará. Tiene razón Leopoldo, los jueces se han constituido en escuadrones de fusilamiento. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!