Los yihadistas del Estado Islámico (EI) pidieron en un principio 100 millones de euros (132,5 millones de dólares) por la liberación del periodista estadounidense James Foley, secuestrado en Siria en 2012 y decapitado esta semana, informó el GlobalPost, medio para el que colaboraba. EFE
Philip Balboni, presidente de GlobalPost, indicó al Wall Street Journal que la cifra fue solicitada tanto al medio de comunicación como a la familia de Foley.
El presidente de GlobalPost eludió comentar la respuesta a la solicitud de EI y se limitó a señalar que todas las comunicaciones con los captores fueron compartidas con las autoridades estadounidenses.
Esta información se conoce después de que Estados Unidos revelase que había lanzado una misión secreta de su equipo de Fuerzas Especiales este verano para lograr la liberación de Foley, pero no tuvieron éxito.
“Se trató de una operación por tierra y aire y estuvo enfocada en una red particular del EI. Desafortunadamente, la misión no tuvo éxito porque los rehenes no estaban en ese lugar -en el que la Inteligencia estadounidense pensaba que se encontraban-“, explicó en un comunicado el portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby, quien no detalló el lugar exacto.
Foley, de 40 años, fue secuestrado en noviembre de 2012 cuando se dirigía a la frontera con Turquía, y aunque en un principio se pensó que estaba en manos de milicias progubernamentales, más tarde se supo que estaba retenido por los yihadistas de EI en Siria.
En el vídeo de su decapitación, el verdugo de Foley aparece junto a otro periodista estadounidense secuestrado, Steven Joel Sotloff, y cuya vida “depende de la próxima decisión de (presidente Barack) Obama”, según el militante de EI.