PEB y GNB anunciaron la creación de cuatro cuadrantes para el patrullaje inteligente en la tierra del oro y del calipso tras una contundente manifestación cívica en repudio a la inseguridad. Los callaoenses mantienen su fe y velan por su gentilicio desde las calles. Este jueves cumplieron con la jornada de santamarías abajo para recordarles al gobierno y a las autoridades de seguridad ciudadana su pasividad frente a la violencia en el pueblo y en los sectores mineros, publica Correo del Caroní.
38 homicidios en casi ocho meses no bastaron para que el Ejecutivo regional dirigiera su mirada a El Callao. No llamó la atención que en 2012 apenas se registraron cinco asesinatos. Un paro cívico y comercial en protesta a la alarmante situación que vive el municipio minero sí logró captar la atención de las autoridades.
Cuatro cuadrantes de Patrullaje Inteligente y el despliegue de más de 200 funcionarios, entre Policía del estado Bolívar (PEB) y Guardia Nacional Bolivariana (GNB), fueron anunciados al mediodía por Gilberto Velazco, secretario de Seguridad Ciudadana del estado Bolívar, al pueblo callaoense abocado a las calles.
“Mañana (hoy) a las 8:00 de la mañana los jefes policiales y de la Guardia Nacional tendrán una reunión con los consejos comunales del municipio para coordinar los números telefónicos para la atención a la ciudadanía”, reveló el encargado de la seguridad en la entidad a la multitud apostada en la Plaza Bolívar.
El director de la PEB, Juvenal Villega Torrealba, precisó que el despliegue será a largo plazo, contundente -en el marco de los derechos Humanos y de acercamiento a las comunidades- y que no sólo será en El Callao, sino también en los municipios Roscio y Sifontes. Agregó que el abordaje debe ser integral.
La gota que derramó el vaso
El asesinato del comerciante Gerald Jesús González Campero, ocurrido este 25 de agosto cuando trató de defender a su hijo en un atraco, fue, para muchos, la gota que derramó el vaso. “No les basta robar a la gente, sino que ahora también los matan”, lamentó José Alí, comerciante de 74 años nativo de El Callao.
Al preguntársele sobre el porqué de lo que está ocurriendo en el otrora tranquilo pueblo minero, la respuesta fue: “Este pueblo está pagando el precio del oro (…) muchos vienen de otros sitios y se traen sus problemas, sus vicios y sus malas costumbres. El nativo de acá no es una persona violenta… los violentos son los que vienen de afuera”.
“Lo que era la paz de este pueblo se destruyó con la sociedad descompuesta de hoy en día. Estamos viviendo como si fuera un apocalipsis. Las escrituras dicen que estamos viviendo el fin de una era degenerada, la degeneración de un sistema. Hoy estoy en la plaza porque me da lástima lo que nos está pasando”, agregó.
Reprochó la flojera del foráneo que llega a El Callao y pretende ganarse la vida fácilmente, “casi que metiéndole la mano en el bolsillo a la persona trabajadora. La inseguridad tiene el pueblo en toque de queda, no me ha tocado vivirla en carne propia, gracias a Dios, pero lo vemos a diario con nuestros vecinos”.
Cumplido a cabalidad
El paro cívico de este jueves fue anunciado el martes por el vicepresidente del Concejo Legislativo de El Callao, Miguel Azuaje. Se cumplió a cabalidad y según el alcalde Jesús Coromoto Lugo, “por primera vez en la historia del pueblo cierran todos los comercios como protesta por la inseguridad… porque un grupo de no más de 15 tiene en zozobra al pueblo”.
El censo que maneja la Asociación de Comerciantes del municipio, son 1.219 los comercios existentes en la localidad. Ayer sólo una farmacia y tres bancos no cumplieron con el eslogan de la convocatoria: Cambia un día de trabajo por el derecho a la vida. Trabajadores de CVG Minerven, por presión de la empresa, tampoco acudieron.
“La delincuencia ha arropado la paz de este pueblo trabajador y eso se le escapó de las manos al gobierno; sin embargo tenemos confianza en que sus planes permitirán disminuir las acciones delictivas en El Callao”, precisó el alcalde para luego revelar que en lo que va de 2014 ya son 38 los homicidios registrados, mientras que en 2012 sólo fueron cinco.
Tras referirse a otros delitos poco denunciados: robos, hurtos y cobro de vacunas, Lugo terminó su intervención pidiendo planes de acciones concretos: puntos de control permanentes, operativos de inteligencia, la instalación de las cámaras de seguridad que el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, prometió para El Callao.