Yasmin Jones era una joven de 22 años con una vida ejemplar. Se acababa de graduar en la Universidad y había decidido trasladar su residencia a Liverpool, una ciudad de la que declaraba “haberse enamorado”, publica que.es.
Allí encontró un trabajo temporal, en el pub de un conocido. No sólo invertía su tiempo en ello sino que también cuidaba los perros de su jefe en su tiempo libre.
Desgraciadamente, un día, cuando precisamente paseaba los animales de superior, falleció de forma trágica.
Uno de los perros de su jefe percibió algo en una vía del tren de la ciudad y cruzó a ver que era lo que estaba allí tirado. Yasmin fue por el animal, sin darse cuenta que el convoy estaba lo suficientemente cerca para haber evitado el terrible choque que le costó la vida.
La Policía explica que la joven “no se dio cuenta” de la presencia del tren pero admite que “es un paso a nivel peligroso porque apenas tiene visibilidad”. “Se necesitan casi diez segundos para advertirse de su presencia”, apuntan.
Como publica ‘Daily Mail’, familiares y amigos de la víctima han pedido mejorar la seguridad de la zona y se muestran “tremendamente dolidos por el inesperado suceso”.