Más de 2.000 mujeres y niños están secuestrados en Irak por los yihadistas del Estado Islámico (EI), que lo mantiene cautivos en distintos lugares, según informaciones recogidas por la Misión de Naciones Unidas en este país, que cree que la cifra real puede ser “mucho mayor”.
“Mujeres secuestradas pudieron contactar a la Misión e informaron que el EI les ha quitado a sus hijos y que las mujeres son entregadas a los combatientes, vendidas o esclavizadas por negarse a convertirse (al islam)”, dijo el coordinador de todos los expertos y grupos de trabajo de derechos humanos de la ONU, Chaloka Beyani.
En una sesión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre Irak, también se denunció el reclutamiento forzado de niños por el grupo extremista, que los envía al frente de combate para que sirvan de escudos de los combatientes adultos.
Otros son obligados a dar sangre para insurgentes heridos, enviados a patrullar, a ocuparse de puestos de control ilegales y en algunos casos a perpetrar ataques suicidas.
“Informaciones verificadas de Mosul, así como de Salahedine y Diyala, dan cuenta del uso de niños de 13 años para patrullar con miembros adultos del EI, cargando armas que a veces son más grandes que ellos mismos”, indicó la representante especial de la ONU sobre los niños en conflictos armados, Leila Zerrougui.
Al exponer la situación de los menores en las zonas de Irak donde está presente el EI, señaló que se han recibido 413 informes de violaciones contra niños desde el inicio del año.
“Las violaciones más frecuentes son los asesinatos y las amputaciones de niños, con 693 casos reportados, en su mayoría debido a ataques indiscriminados y bombardeos de áreas pobladas, tanto por fuerzas gubernamentales, como por grupos opositores, incluido el EI”.
A estos últimos se les atribuye la ejecución de niños, junto con otros civiles, en las áreas bajo su control.
La ONU también denunció hasta que extremo la libertad de religión está bajo ataque en Irak mediante las conversiones forzadas, la expulsión o la exterminación de las comunidades religiosas no suníes.
Según informaciones fiables que se han recopilando, los yihadistas están destruyendo -demoliendo o dinamitando- estructuras de gran significación cultural y religiosa, como mezquitas, santuarios y otros lugares de culto. EFE