Dos días después de que comenzaran a circular fotografías íntimas de decenas de famosas, los abogados de las celebridades afectadas trabajaban intensamente para eliminar las imágenes de la Red. La actriz Jennifer Lawrence (24 años) parece haber tenido menos suerte que la gimnasta McKayla Maroney (18), quien era menor cuando se tomaron algunas de sus fotografías. Mientras, el FBI investiga la hipótesis de que la filtración es obra de una red y no de un sólo hacker.
Según TMZ, el abogado de Lawrence envió una carta a una web porno exigiendo que eliminase las fotografías de la actriz en las que aparece desnuda, ya que ella posee los derechos de las imágenes.
Sin embargo, la web se negó a hacerlo, esgrimiendo que, en el caso de los desnudos que no son ‘selfies’, los derechos no serían suyos, sino de la persona que tomó las imágenes. La web reclama al abogado de Lawrence pruebas de que la actriz posee los derechos de sus desnudos, o bien que dé el nombre del autor de las fotos.
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