Los representantes reportan que gastan hasta Bs 7.000 en el atuendo de un niño para ir a la escuela. Comercios notan disminución en la cantidad de prendas que compran los padres, por la erosión del poder adquisitivo, así lo publicó El Sol de Margarita.
César Noriega Ramos
La desaparición de ciertas prendas del uniforme escolar, altos precios y un menor volumen de venta han caracterizado la compra de la ropa estudiantil.
Fabricio Alfonzo, encargado de una empresa de confección de uniformes, indicó que para este año escolar no ofertan chemises, franelas ni monos de algodón, debido a la inexistencia de la fibra natural entre sus proveedores.
“Esta temporada hemos hecho milagros para seguir ofreciendo uniformes escolares a precios de fábrica”, dijo Alfonzo.
La falta de algodón se ha traducido en una reducción de la producción de monos y franelas para las clases de educación física, acotó Alfonzo.
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