El libro “50 sombras de Grey” no va a entrar en los cánones de la literatura, pero no se le puede negar la influencia que está teniendo en la sexualidad de muchas parejas.
Laura Vélez/ Diario Femenino
Prácticas sexuales que no estaban aceptadas socialmente ahora se ponen sobre la mesa. Hablamos de ellas, nos preguntamos qué es lo normal, qué es lo adecuado. Nos preguntamos qué es eso del bondage.
Qué es el bondage
El bondage es una práctica sexual en la que se utilizan ataduras. Esa es la definición más aceptada del bondage y no falta quien lo considera una expresión artística. Pero vamos a quedarnos con su aspecto de práctica sexual sin profundizar en su dimensión artística, porque no deja de ser un argumento más para defender la práctica de las ataduras.
La práctica del bondage consiste atar a la otra persona total o parcialmente por medio de cuerdas, esposas, lazos, corbatas, cintas o cualquier otra cosa que pueda mantener inmovilizada físicamente a la otra persona. Los límites con el sadomasoquismo se encuentran en el dolor. Y es que el bondage, dicen, no utiliza el dolor como fuente de placer.
El placer en el bondage se encuentra en la dominación de una persona y en la entrega de la otra. La persona atada se encuentra a plena disposición de su pareja, al menos en ese momento en el que se está practicando. Lógicamente, se entiende el consenso entre la pareja a la hora de realizar esta práctica sexual, además de un elevado grado de confianza y respeto mutuo.