La huelga récord de los pilotos de Air France es un mala noticia para la propia compañía aérea pero también para la imagen de Francia, ya deteriorada por el estancamiento de su economía, según los analistas.
La huelga entró este miércoles en su décimo día, pese a los llamados del gobierno en favor de un acuerdo con los pilotos, que se oponen a un proyecto de la dirección de expandir en Europa la filial low cost del grupo, Transavia.
Todo ello, además, en un contexto de total confusión. El secretario de Estado francés de Transporte, Alain Vidalies, afirmó el miércoles por la mañana a una radio francesa que el proyecto Transavia Europa había sido “abandonado” por la dirección de Air France, pero poco después un portavoz de la compañía aérea replicó que era “prematuro” afirmar tal cosa.
“Al margen de esta cacofonía, lo peor” no es tanto la huelga en sí, sino “la oposición por parte de una corporación (de pilotos) a una estrategia” de desarrollo del grupo Air France, afirma Olivier Passet, del gabinete de estudios económicos sectoriales Xerfi.
Este conflicto “iustra el lado negativo de nuestro país: un movimiento corporativo vuelve a hundir a una empresa en números rojos”, abunda Jean-François Pillard, vicepresidente de la patronal francesa Medef.
La huelga le cuesta a Air France unos 15 a 20 millones de euros diarios. El Estado tiene una participación en el capital del grupo del 16%.
– Un país alérgico a la reforma –
“Ante los ojos de los inversores y de los de quienes viajan y vienen a Francia por turismo, (esta huelga) no ayuda a restaurar la imagen de un país” que intenta atraer inversiones, según el representante de la patronal.
“Ya tenemos en el extranjero la imagen de un país que se niega a reformar” y si la menor modernización de la economía genera “una bloqueo tan fuerte”, ello es “preocupante para el futuro”, reconoce el economista Marc Touati.
El presidente de la compañía aérea irlandesa Ryanair, Michael O’Leary, se permitió incluso una ironía al afirmar que “con competidores así no es difícil comprender por qué Ryanair es la compañía que crece más rápido en Europa”.
Air France, número dos europeo del transporte aéreo (detrás de la alemana Lufthansa), quiere abrir nuevas bases de Transavia en Europa desde 2015, con pilotos bajo contrato local.
Los pilotos en huelga de Air France temen que el plan de expansión de Transavia en Europa se vea acompañado de supresiones de empleos, a medida que la compañía aumente sus bases fuera de Francia y contrate a pilotos en otros países y con otras condiciones laborales.
El propio primer ministro francés Manuel Valls tuvo que volver a intervenir este miércoles en el conflicto en Air France, para intentar desbloquear la situación.
“Si el abandono o la postergación del proyecto Transavia en Europa permite hallar una solución a la crisis, pues será la buena solución”, afirmó Valls. “Pero hay que actuar rápido”, urgió.
Entretanto, en medio de esta confusión sobre el futuro del proyecto Transavia, la huelga se mantenía este miércoles en los aeropuertos, generando la anulación de cerca de la mitad de los vuelos de la compañía francesa. AFP