Existen múltiples razones para apoyar las próximas elecciones del Colegio de Ingenieros y sufragar sus miembros por los candidatos idóneos: la amenaza del gobierno nacional de apoderarse del gremio mediante una real coacción venida desde PDVSA.
Recibo información seria, de buena fuente, acerca de que en el oriente del país se impartió la orden de obligar a los ingenieros de Petróleos de Venezuela a concurrir a la cita electoral del 3 de octubre para intentar elegir así a los representantes del oficialismo en el CIV y apoderarse del Colegio.
Evidentemente, son órdenes que vienen desde muy arriba y a escondidas para evitar que nacionalmente se conozca la participación del oficialismo con candidatos propios y, por ende, desligarse de la posibilidad de recibir una gran derrota política en el ámbito profesional de los ingenieros, arquitectos y afines, es decir, participan a sotto voce como estrategia central pero es un hecho que el gobierno de Maduro trazó la línea de disputar el Colegio de Ingenieros.
Como la mayor parte de los candidatos del oficialismo, los postulados desde Miraflores son aspirantes impuestos que tienen una agenda oculta (o sabida) de desmembrar al gremio, tal como hicieron con la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y muchas veces han intentado hacerlo con el Colegio Nacional de Periodistas (CNP).
En el gremio del Colegio de Ingenieros y afines los conocen perfectamente porque son quienes tienen siempre por norte cuestionar a la institución en vez de defenderla y fortalecerla; se declaran abiertamente afines al Psuv y su agenda programática está revestida del más puro amor pero debajo los envuelve el odio. Son ciento por ciento antigremialistas.
Por ello, a nivel nacional se dio una plancha de la unidad: la Siete que representa el gran espíritu gremial nacional de todas las fuerzas políticas que, evidentemente, son diferentes al gobierno de Nicolás Maduro. En el Zulia, patio que conozco al dedillo, está al frente de la 7 Marcelo Monot Isamberth, postulado por el Movimiento Unidad Gremial 2014 y es el hombre más indicado para llevar las riendas del organismo profesional.
Es importante advertir que dentro de la movilización que se hace en Pdvsa Oriente (y muy probablemente en Centro, Sur y Occidente) ya el sector oficialista está confeccionando las listas de los ingenieros que trabajan en la industria para contactarlos uno a uno con el propósito de determinar dónde le corresponden votar.
De esa manera piensan trasladarlos a cada casa del CIV del país que les toca para que apoyen a los candidatos del oficialismo muy a pesar que ni siquiera los conocen. Tratarán de repetir la misma operación de las elecciones nacionales en cuanto a ejercer la presión de los profesionales para que se activen mediante el sufragio, todo con el propósito último de romper la unidad gremial de los ingenieros.
Pero el voto es secreto y no estarán metidas las narices de quienes anuncian las nefastas “tendencias irreversibles”. Tampoco se permitirá el voto asistido y no es necesario estar solvente para sufragar, además de que todo el proceso será manual, sin las benditas captahuellas ni militares incómodos. Solo bastará la cédula de identidad de los agremiados, así que a pesar de que lleven a los ingenieros de PDVSA con camisas rojas y en los vehículos de la industria, éstos profesionales podrán apoyar a los verdaderos candidatos gremialistas y darles la espalda a los candidatos impuestos oficialistas.
Aún cuando será un proceso bien organizado, la amenaza contra el CIV es evidente y por tal razón quienes no somos ingenieros pero sí gremialistas de cuerpo y alma, exhortamos a los profesionales de la ingeniería y afines a que se busquen el necesario espacio para acudir al compromiso electoral del próximo viernes 3 de octubre y así votar por la Unidad Gremial 2014, Plancha 7 que postula a los ingenieros comprometidos con las mejoras para todos los colegas. En el Zulia, la mejor carta indudablemente es Monnot quien asegura la vida del CIDEZ frente a las garras de destrucción del oficialismo.
@exequiades