Las diferentes rutas que ofrecen el servicio de transporte urbano se han visto afectadas por la inflación, la escasez de repuestos y, eventualmente, por la falta gasoil o diesel. Por Mariángel Durán/El Impulso
Aunque son pocas, las unidades de transporte que utilizan ese tipo de combustibles se han visto seriamente afectadas por su desaparición de las estaciones de servicio, por causas hasta ahora desconocidas.
El 90% del transporte urbano funciona con gasolina y sus conductores no se han visto afectados por las irregularidades evidenciadas en el despacho a las estaciones de servicio. “Lo transportistas han observado colas medianas en ciertas bombas de gasolina y que algunas incluso cierran durante unas horas mientras llegan las gandolas con el combustible, pero siempre logran conseguir”, explica Julio Palencia, coordinador de la Ruta 7, al ser consultado vía telefónica.
“La noche del lunes observé largas colas dos estaciones de servicio del oeste la ciudad. Este martes realicé un recorrido por las terminales de la Ruta 7 y los conductores expresaron que en las bombas donde habitualmente surten siempre consiguen combustibles”.
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