Otra sorpresa sacudió la increíble campaña electoral en Brasil en la víspera de los comicios: la ecologista Marina Silva ha quedado tercera en los últimos sondeos y Aecio Neves puede ser el rival de la presidenta Dilma Rousseff, gran favorita, en un balotaje.
La ecologista Marina Silva, que entró en la carrera presidencial inesperadamente hace apenas un mes y medio, tras la muerte del candidato oficial del Partido Socialista en un accidente aéreo, había logrado desplazar al socialdemócrata Neves al tercer lugar.
Llegó incluso a ser la gran favorita en un eventual balotaje, superando a Rousseff por 10 puntos.
Pero en los últimos días, sin el respaldo de un gran aparato partidario como el que tienen sus dos rivales y con mucho menos tiempo gratuito en televisión, esta exempleada doméstica que quiere ser la primera presidenta negra de Brasil está en tercer lugar en tres diferentes sondeos, mientras sus dos rivales han crecido.
No obstante, la diferencia entre Silva y Neves, del poderoso Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB), es tan pequeña que se considera que ambos están en empate técnico a menos de 24 horas de los comicios: el socialdemócrata tiene entre 26% y 27% de intención de voto, contra 24% de la ecologista, según sondeos de Datafolha e Ibope.
Rousseff, una exguerrillera del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) que aspira a dirigir Brasil por otros cuatro años y promete la continuidad de los programas sociales que han sacado a unos 40 millones de la pobreza, sube en las encuestas, de 44% a 46%.
– ¿Pacto anti-PT en balotaje? –
Pero si este domingo no logra el 50% más uno de los votos válidos, habrá un balotaje el 26 de octubre con el segundo más votado: Neves, el preferido de los mercados, que promete hacer que Brasil vuelva a crecer, o Silva, exministra de Medio Ambiente, defensora de “una nueva política” que rompa la hegemonía de 20 años de gobierno del PSDB y el PT.
En un segundo turno, Rousseff lidera asimismo la intención de voto: ganaría a Silva por 49% a 39%, y a Neves por 48% a 42%, según Datafolha. El instituto Ibope señala que Rousseff ganaría a cualquiera de ellos por 45% contra 37%.
Los brasileños están divididos entre los defensores de las conquistas sociales de Rousseff y su predecesor, Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), y los partidarios de un cambio tras cuatro años de magro desempeño económico y una inflación que ha llegado a superar el 6,5%.
Joao Augusto de Castro Neves, analista de Eurasia Group, dijo a la AFP que las elecciones serán “casi como un plebiscito sobre los 12 años del PT” en el poder.
A pesar de que son favoritos, serán “las elecciones más difíciles para el PT”, señaló por su lado el politólogo Lucio Rennó, de la Universidad de Brasilia.
“Aunque Rousseff llegará fuerte a un eventual balotaje, enfrentará a un candidato competitivo, sea Silva o sea Neves, que seguramente sellarán un pacto de apoyo anti-PT” para sumar votos, agregó.
El conteo de los votos a partir de las 17H00 locales (20H00 GMT) del domingo promete ser un momento de máximo suspense para los 142,8 millones de electores de este gigante emergente, séptima economía mundial.
– Ataques en la recta final –
En su último acto de campaña, Neves, de 54 años, recorrió las calles de la región metropolitana de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sureste), que gobernó durante dos mandatos y donde votará este domingo.
Dilma Rousseff “probablemente tiene miedo”, dijo provocando a la presidenta y exguerrillera de 66 años, que también hizo campaña en Belo Horizonte, donde nació y fue criada.
“Creo que no se preparó para enfrentarnos. Disputaremos el segundo turno y ganaremos la elección”, afirmó Neves.
Rousseff indicó por su lado que no teme un balotaje y que tendrá el “enorme placer” de seguir en liza “sin preferencia de adversario”.
Marina Silva, de 56 años, participó en un mitin en el estado de Sao Paulo, donde criticó al PT y al PSDB por unirse “en la misma artillería” en su contra y aseguró que entrará al segundo turno.
Las elecciones del domingo definirán también los gobernadores de los 26 estados más el Distrito Federal y, en el Congreso, los 513 diputados y 27 de los 81 senadores.
Más de 400.000 miembros de las fuerzas del orden -incluidos 30.000 militares- están movilizados para garantizar la tranquilidad de las elecciones.
AFP