Tras la demora de más de dos meses en publicar los datos de inflación, las cifras de agosto, julio y junio fueron revisadas según una nueva metodología que consistió en cambiar las ponderaciones del cálculo del Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que elaboran el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ello significó adulterar (bajar, reducir) la importancia que tiene el renglón alimentos en el índice y subir (aumentar) la de otros componentes de los trece que conforman el INPC, para que de esa forma las cifras de inflación muestren una tendencia a la baja, dado el mayor peso que tendrían los precios controlados o de menor aumento.
Ahora sucede todo lo contrario. Como han subido muchos precios que antes estaban controlados, a la directora del BCV, Sohail Hernández se le ocurrió una idea mejor: hacer la estimación del INPC del mes de septiembre sin aquellos componentes que estén experimentando mayores alzas, sin que se conozca el razonamiento detrás de esa decisión.
Sohail Hernández está imponiendo un régimen de terror entre los trabajadores del BCV a quienes hostiga y acusa de opositores. Ya una vez propuso eliminar la información que publica el BCV. Ahora trabaja por la adulteración de las cifras de inflación.
Economistas independientes consultados por lapatilla.com han expresado su deseo de debatir abiertamente con el directorio del BCV y del INE sobre la calidad de las cifras que recientemente está publicando el BCV y de aquellas que ha dejado – ex profeso – de publicar , como las de la balanza de pagos. (lapatilla.com)