El exalcalde de Lima Luis Castañeda volverá a gobernar la capital peruana tras su triunfo en los comicios municipales y regionales celebrados el domingo, en los que los movimientos regionales y los independientes son los grandes ganadores.
Castañeda, de Solidaridad Nacional, se convierte así en el primer alcalde de Lima elegido por tercera vez al conseguir el 50,7 % de los votos y obtener una amplía ventaja sobre sus rivales cuando se ha escrutado del 82 % de los sufragios.
El conservador Luis Castañeda sucederá a la actual alcaldesa, la izquierdista Susana Villarán, quien buscaba la reelección y que fue la gran derrotada al obtener tan solo el 10,7 % de los votos.
El exalcalde lideró todas las encuestas durante la campaña que centró en el eslogan “volverán las obras”, para recordar a los votantes los proyectos que ejecutó en su dos períodos anteriores al frente del gobierno de la capital entre 2003 y 2010.
La estrategia de Castañeda también pasó por mantener un perfil bajo ante los medios de comunicación para evitar críticas por las denuncias de un presunto caso de corrupción durante su anterior mandato como alcalde de Lima.
No obstante, un sondeo de Datum reveló que el 41 % de limeños estaba dispuesto a votar por un candidato que “roba, pero hace obra”.
Los principales problemas que tendrá que resolver Castañeda en Lima, ciudad que reúne a un tercio de los casi 30 millones de personas, son el caótico transporte público y la elevada delincuencia.
El virtual alcalde electo de Lima anunció este lunes que hará una gestión despolitizada y que la transición será concertada y convocará a las organizaciones políticas que participaron en el proceso electoral.
En el caso de los 25 gobiernos regionales, será necesaria una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados en al menos 10 regiones, según los primeros resultados oficiales.
Pero lo mas significativo es que nuevamente los partidos nacionales han salido derrotados y los diferentes movimientos regionales arrasan en la mayoría de las regiones.
En estos comicios regionales, el partido del presidente del Gobierno, Ollanta Humala, ni siquiera presentó candidaturas, y tanto los fujimoristas como los apristas han perdido presencia en el interior del país.
Según dijo a Efe el analista político Mirko Lauer, el partido de Humala no ha presentado candidaturas ya que se exponía a que la elección asumiera un “carácter plebiscitario” y en todos los lugares que hubiera perdido se interpretara como un “voto contra el Gobierno”.
Lauer también resaltó que en las elecciones regionales que se han celebrado hasta la fecha en Perú la suma de los movimientos locales que han gando “siempre ha sido mayor que la suma de los partidos políticos” tradicionales.
El resultado más notorio de las elecciones regionales es el triunfo del presidente de la región de Cajamarca, Gregorio Santos, célebre por su oposición al proyecto minero Conga y que pese a estar preso por imputaciones de corrupción ha conseguido la reelección.
La campaña electoral en Perú ha estado plagada de denuncias de candidaturas vinculadas a diversos delitos de corrupción e incluso al narcotráfico, lo que llevó al Ejecutivo a publicar listas de quienes tienen condenas vigentes o procesos judiciales.
La violencia por motivos políticos también se hizo presente en la campaña con el asesinato en septiembre pasado de un candidato a la alcaldía del distrito de San Martín de Pangoa, en la provincia selvática de Satipo, una zona afectada por el narcotráfico.
La jornada electoral tampoco estuvo exenta de violencia y dejó al menos dos muertos y tres heridos en cerca de un centenar de actos violentos en diferentes puntos de Perú.
El presidente Humala pidió este lunes respetar los resultados de las elecciones y aseguró que lo último que se puede hacer es “reemplazar una acta de sufragio con una piedra, eso es regresión histórica”, aseguró.
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