La insulina juega un papel fundamental en la regularización de los niveles de azúcar en la sangre. El déficit de esta hormona secretada por el páncreas, o su ausencia absoluta, son elementos desencadenantes de la diabetes, y su administración exógena es una terapia eficaz, segura y ampliamente usada para el control de la enfermedad. No obstante, su administración puede estar relacionada con el aumento de peso en algunos pacientes. laverdad.com
Adriana Salazar, médico internista, explicó que antes de alcanzar las metas terapéuticas se produce un ahorro de calorías, debido a la eliminación de glucosa por la orina. Este proceso cambia el control metabólico y la carga calórica queda acumulada, lo que puede aumentar el peso del paciente. Otras causas mencionadas por la galena son la pérdida de sensación de saciedad generada por la resistencia a la insulina y las meriendas innecesarias por miedo a la hipoglicemia (déficit de azúcar en sangre).
La especialista señala que los casos en los que se asocia el uso de la insulina y el sobrepeso tienen que ver con la dosificación y la tipología, ya que esta hormona actúa como anabolizante, favoreciendo el crecimiento de los tejidos, y puede tener un efecto en la ganancia muscular. Aunque aclara que no todas las insulinas producen un aumento de peso.
Salazar expuso que la educación es la herramienta más importante en los pacientes con diabetes. “Entender la progresión de la enfermedad y los beneficios de la insulina en el control metabólico y la prevención de complicaciones determina la efectividad del medicamento. También es necesario adoptar un estilo de vida saludable, que incluya la actividad física y la alimentación balanceada, para evitar el sobrepeso”.