Juan Guerrero: El macho alfa

Juan Guerrero: El macho alfa

thumbnailjuanguerreroMaifrén tiene un taller mecánico en el centro de Barquisimeto. A sus más de 40 años conserva un formidable y moreno físico: anchos hombros, un pecho ‘e paloma que él se encarga de exagerar cuando avista alguna fémina.

Con casi un metro noventa de estatura le agrega unas botas vaqueras, con casquillos incluidos, que le permiten husmear por encima de muchas cabezas.

A su impresionante corporeidad le agrega un vozarrón, ronco, que lo afirma como líder indiscutible de sus 5 ayudantes. Él ordena, manda, maltrata y premia en su territorio de motores para vehículos todo terreno, de aceite y gasolina.





Sin embargo, cuando Maifrén da media vuelta y se introduce en su pequeña y fría oficina, la manada de aprendices de mecánica, se ríen mientras comienzan a burlarse de su jefe.

No sabía cuál era el detalle que causaba esa hilaridad y distorsión a la hora de obedecer las órdenes del jefe. Pero una mañana que me acerqué al taller, pude entenderlo.

Y es que Maifrén camina de una manera graciosa y poco viril. Sus piernas se aprietan entre sus muslos interiores, mientras sus glúteos se encogen al tiempo que más abajo de sus rodillas, las canillas se separan hacia los lados.

-Vaci ‘é! Exclama uno de los ayudantes. –Los pingüinos caminan mejor que el jefe…y todos ríen burlonamente.

Y es que así ocurre siempre con el jefe, el padrote, amo, patrón, y en general con todo aquel que se le ocurra convertirse en macho alfa.

Siempre va a estar vigilado, observado por la manada. Le copian, sean los modales y expresiones positivas, físicas y de carácter, mientras detectan aquellos negativos o débiles que terminan siendo objeto de burla o chanza.

Pero qué es aquello que atrae de un macho alfa? Por qué la manada le sigue, obedece y se acostumbra a su liderazgo?

Entre el reino animal está claro: la pura y simple fuerza bruta que muestran en su descomunal animalidad.

Algo parecido ocurre entre los humanos cuando han surgido esos personajes que despiertan pasiones y que por su descomunal apariencia física, atraen y terminan convertidos en padrotes protectores de una sociedad.

La Venezuela antigua ha tenido sus machos alfa bien dispuestos a ejercer un liderazgo, generalmente a punta de garrote y represión. En la era moderna han sabido camuflarse con otras dotes, donde el histrionismo, lenguaje gestual y la locura discursiva disfrazan su literal animalidad.

Esos personajes han existido y siguen por ahí entronizados en cuanto grupo exista. Entre aquellos religiosos buscadores de ángeles y dioses, aparecen cual salvadores y prometedores de paraísos. Mientras entre los servidores públicos, los políticos acentúan sus rasgos machistas, cual Palomino Vergara, el otrora personaje de televisión que tanta risa causó.

Esos personajes están quedando solo para que algún taxidermista los deje en un rincón de museo, como envejecidas piezas antropológicas. Han quedado como una curiosidad histórica que, en ciertas sociedades, intentan resurgir cual zombis que asustan por su rigidez y locura senil.

Quizá por ahí ande algún macho alfa, algún palomino vergara queriendo controlar la manada. Sin embargo    , cuando llega a la casa su mujer le exige lo que todo humano racional espera: la cordura, la decencia, el respeto y el raciocinio que es aquello que le falta a todo macho alfa.

Maifrén sigue llegando puntualmente a su taller. Revisa sus motores, cuenta bujías, filtros y rolineras. Llama a algún amigo con su celular de última generación, donde acentúa su ronca voz y despliega sus palabrotas del tamaño de su musculatura, o suaviza su voz y es un murmullo en tono bajo mientras habla con una de sus amantes. Todas las mañanas realiza sus reglamentarios ejercicios físicos y practica ciclismo, para darle a sus músculos tonicidad y fuerza.

Pero Maifrén se olvidó de ejercitar su músculo principal: su cerebro. Ese ha ido disminuyendo por no usarlo ni darle mayor importancia. Seguramente se le ha ido llenando con vapores de gasolina y aceite quemao, y apenas le queden 4 neuronas. O quizá “esa computadora” fue hackeada, clonada y ciertamente a estas alturas, debe tener un virus.

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@camilodeasis