Desde que llegamos a Sucre, nuestra mayor obsesión ha sido disminuir los altos niveles de inseguridad y criminalidad que mantienen sometidos a nuestros vecinos. Por eso, estudiando nuestros objetivos y las herramientas que teníamos a mano para alcanzarlos, decidimos que la mejor manera de llegar a este fin era a través de dos vías: 1. la educación y el deporte; 2. el fortalecimiento de nuestro cuerpo de seguridad.
Y así ha sido. Pese a los altos índices de inseguridad que mantienen sitiada a nuestra Venezuela, y que solo en Caracas ha cobrado la vida de casi 3 mil personas en lo que va de 2014, en el municipio Sucre hemos disminuido los homicidios en 43%. Una tarea titánica que ha mostrado sus frutos, y que hemos logrado a través del fortalecimiento de la educación y el deporte, y mejorando la calidad de vida de nuestros funcionarios policiales.
A cinco años de gestión del alcalde Carlos Ocariz, podemos decir con orgullo que contamos con la policía municipal mejor pagada del país y que gracias al esfuerzo y trabajo arduo de esos hombres y mujeres, que día a día salen a la calle a exponer su vida para cuidar y proteger a nuestros vecinos de Sucre, hemos disminuido de manera considerable los índices de criminalidad en nuestro municipio, desde que tomamos la gestión en 2008.
En Sucre somos obsesionados con los resultados, creemos que la gestión pública tiene que medirse en números sino no se ven los resultados. Por eso estamos convencidos de que no podemos quedarnos solo con lo que hemos hecho, aún falta mucho por lograr y para eso tenemos que seguir trabajando sin descanso. Tenemos que innovarnos constantemente.
Nuestra realidad ahora, como la de muchos otros cuerpos policiales del país, es que tenemos un sentido déficit de funcionarios, pero estamos luchando por tener cada vez más uniformados en la calle para brindar seguridad a nuestro pueblo de Petare y todo Sucre. Lo que nos da la moral para afirmar que con voluntad, ganas y una política de seguridad coherente, Venezuela puede retomar el camino del progreso.
No permitamos que la politiquería entre a sus filas y destruya lo que tanto les ha costado construir. Saber que somos los únicos que hemos logrado disminuir nuestros números en 43% nos da una demostración de que algo estamos haciendo bien que los demás no están haciendo. Sigamos trabajando duro, aún quedan muchas cosas bonitas por hacer para nuestro municipio y Venezuela, apenas estamos empezando.