El capitán de un transbordador surcoreano que naufragó pidió disculpas por abandonar el buque, según medios, pero dijo que no sabía que sus acciones llevarían a la muerte de más de 300 personas.
El capitán Lee Joon-seok y otros tres tripulantes que viajaban en el transbordador Sewol se enfrentan a cargos de homicidio, acusados de negligencia y de no proteger a sus pasajeros en el naufragio del pasado abril. Otros once tripulantes están acusados de cargos menos graves. Los 15 tripulantes a juicio fueron el primer grupo de personas que abandonó la embarcación cuando empezó a escorarse.
Lee dijo en el juicio en el Tribunal del Distrito de Gwangju, en el sur del país, que seguirá rezando por las almas de los fallecidos hasta su muerte, según medios surcoreanos como la agencia de noticias Yonhap. “Cometí un grave pecado. Lo siento”, se citó a Lee.
Pero el capitán, de 68 años, dijo que no había tenido intención de matar a ninguno de sus pasajeros. “Sé que no puedo salir de prisión, pero no debo dejar que mis hijos y mis nietos vivan con (la gente) llamándoles parientes de un asesino”, citaron los medios al acusado.
Miembros del tribunal no pudieron confirmar de inmediato las declaraciones de Lee, pero dijeron que se espera que el tribunal emita su veredicto sobre los 15 acusados el mes que viene.
Cuando la fiscalía le preguntó si había dado orden de evacuar a los pasajeros, Lee dijo que sin duda lo había hecho, según Yonhap.
Muchos supervivientes han dicho que se les reiteró por altavoces que permanecieran en el barco mientras se hundía, y que no recordaban ninguna orden de evacuación antes de que se ayudaran entre sí a huir del transbordador.
Unos seis meses después del naufragio, se han recuperado 294 cuerpos pero sigue habiendo 10 desaparecidos. La mayoría de los muertos eran estudiantes de secundaria que viajaban a una isla turística para un viaje escolar. AP