Esperar en la vía hasta una hora por un carro por puesto o permanecer largos minutos bajo el sol en las colas de las paradas del transporte público se ha convertido en el trajín diario de los estudiantes en El Tigre. Diario El Tiempo.
Y es que desde que la Cámara Municipal de Simón Rodríguez decidió congelar en dos bolívares el boleto estudiantil, a los muchachos se las hecho más complicado el traslado hacia los centros de estudio, así como el retorno a sus hogares.
Esa medida fue avalada por las autoridades locales el pasado 17 de septiembre.
Con el inicio formal de las actividades académicas en las instituciones de Educación Media, la espera de los alumnos en las vías se ha sentido más.
El estudiante del 4to año en liceo Rafael Revenga, Ronaldo Mosquera, dijo que salir de su casa en el barrio 17 de Diciembre cuesta cada día más. “Los carros montan a sus pasajeros. A veces podemos hacerlo nosotros y algunos, cuando lo hacen, me cobran Bs 3”.
La liceísta de la misma institución, Branyelys Pérez, comentó que a veces espera hasta una hora por los puestos. “Parecemos invisibles, a las 6:00 de la mañana se hace más difícil salir para el colegio”.
Alexander Areyán, cursante del primer año de bachillerato, refirió que vive en San Valentín Sur y toma dos carros para llegar al liceo Revenga. “Los choferes de Asocovea sólo montan un alumno, no dos”.
La estudiante Orianny Fernández advirtió que cuando se para en la avenida Subero los choferes no se detienen, y por eso llega tarde a clases.
El alumno Genver Hurtado comentó que salir de su casa en el barrio Cincuentenario hasta el liceo Pedro Briceño Méndez le implica hasta una hora de espera.
“Los carritos no quieren pararse cuando ven estudiantes porque pagamos menos, por eso a veces no llego a tiempo a la primera clase”, agregó.