El papa Francisco encomendó hoy a la Virgen María, los dramas de aquellos que son “excluidos, despreciados y perseguidos a causa de su fe”, e invocó, además, su protección de cara a los trabajos del Sínodo de los obispos sobre la familia que se celebra hasta el próximo 19 en el Vaticano.
“Encomendamos a la intercesión de María Santísima, los dramas y las esperanzas de tantos de nuestros hermanos y hermanas que son excluidos, despreciados y perseguidos a causa de su fe, e invocamos su protección también para los trabajos del Sínodo de los obispos que se reúne estos días en el Vaticano”, dijo el papa.
El pontífice argentino pronunció estas palabras instantes antes de rezar el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano.
Además, durante su discurso, el obispo de Roma subrayó que “la bondad de Dios no tiene confines y no discrimina a nadie” y animó a los miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro a reconocer que “también quien es marginado o despreciado por la sociedad es objeto de la generosidad de Dios”.
El Sínodo extraordinario sobre la familia comenzó el 6 de octubre y concluirá el 19 de octubre en el Vaticano.
Durante esta semana, los obispos han intercambiado opiniones sobre temas como el reconocimiento de las uniones homosexuales, el concepto de familia o el de consentir que los divorciados que hayan vuelto a casarse puedan recibir la Comunión.
Hoy, el Sínodo de obispos trabaja para redactar y aprobar un documento final que entregará al papa Francisco.
Las conclusiones, tal y como recordó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, serán el punto de partida para el Sínodo ordinario de octubre de 2015, que tendrá también como tema la familia. EFE