La actual epidemia de ébola demuestra que el mundo está mal preparado para responder a una emergencia sanitaria severa, afirmó hoy la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.
“El mundo está mal preparado para responder a cualquier emergencia sanitaria sostenida y severa”, dijo Chan en un discurso leído hoy por un funcionario de la OMS durante la reunión del Comité de la Región Pacífico Occidental de la institución, en Manila.
La directora general explicó que esta afirmación no se refiere exclusivamente a la epidemia de ébola que asuela África Occidental, sino a cualquier otra de la misma magnitud, y remarcó que el actual brote refuerza esta constatación.
Chan recordó que la OMS ya constató en 2009 con la crisis de la pandemia de gripe H1N1 que el mundo no está preparado para ofrecer una respuesta adecuada.
“La actual epidemia de ébola demuestra sin ningún lugar a dudas que esta conclusión era cierta”, afirmó.
Precisamente, Chan definió el actual brote del virus del Ébola como la mayor emergencia sanitaria de nuestra era.
“En mi larga carrera en el ámbito de la Salud Pública, que incluye lidiar con los brotes de H5N1 y SARS en Hong Kong, y con la pandemia de gripe en la OMS, nunca he visto un asunto de salud que atraiga tanto interés mediático mundial”.
“Nunca he visto un problema de salud que provoque tanto miedo y terror más allá de los países afectados. Nunca he visto que una enfermedad infecciosa contribuya tan categóricamente a la capacidad de un estado para quebrar”, agregó la directora general.
Chan reconoció que la excepcionalidad de esta epidemia -que afecta eminentemente a Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona- se demostró cuando el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el pasado 18 de septiembre para evaluar la situación y constatar “que una crisis de salud pública se había convertido en una crisis que afectaba a la paz y la seguridad internacional”.
La directora general de la OMS quiso poner énfasis en que parte del problema inicial de cómo ha evolucionado esta enfermedad recae en el hecho de que los países donde surgió son pobres y cuentan con unos sistemas de salud muy precarios.
Un problema que la OMS ha denunciado durante “décadas” pero que se ha obviado hasta la fecha.
“El brote demuestra los peligros de las crecientes desigualdades sociales y económicas en el mundo. Los ricos obtienen el mejor tratamiento. A los pobres se les deja morir”.
Algo que ocurría hasta ahora, recordó Chan, pero que está comenzando a cambiar con este brote, ante el miedo mundial de que el virus se expanda.
“Cuando un mortífero virus ataca a los desposeídos y queda fuera de control, es el mundo entero el que está en riesgo”.
La directora general recordó que el virus surgió hacia casi 40 años -en 1976 cerca del río que le dio su nombre en República Democrática del Congo, antiguo Zaire- y sin embargo no existen ni tratamientos ni vacunas.
“(Y esto se debe al hecho de que) el ébola ha sido históricamente y geográficamente confinado a naciones africanas pobres”.
“El incentivo para investigación y el desarrollo es virtualmente no existente. Una industria que se mueve por la búsqueda de beneficios no investiga en productos para los mercados que no pueden pagar”, concluyó.
La actual epidemia de ébola en África ya ha infectado a 8.399 personas, de las cuales 4.033 han muerto. EFE