La activista de derechos humanos confía en que el Gobierno de Maduro acate la exhortación de la ONU y excarcele a su marido en breve, publica ABC de España. A continuación la entrevista con Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, quien viajó a España para buscar el apoyo del gobierno de ese país.
Carmen Muñoz/ cmunozcamos / Madrid
El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas acaba de recomendar al Gobierno de Nicolás Maduro la «libertad inmediata» del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, encarcelado desde febrero. La ONU cree «arbitraria» su detenciónpor «instigar a la violencia» en las masivas protestas que estallaron ese mes en Venezuela y reclama que se le otorgue «una reparación integral». Su esposa, Lilian Tintori, confía en que Caracas «acate esta decisión en las próximas horas». Pero el Ejecutivo ha rechazado la petición de la ONU y le pide que no se inmiscuya. En Madrid, donde este fin de semana comenzó una gira que le llevará a Praga, Ginebra y Estrasburgo, Tintori ha asegurado que «es muy importante tener el apoyo y el pronunciamiento del Gobierno español» sobre la decisión del organismo internacional.
—Esperamos que liberen a Leopoldo López en las próximas horas. Una liberación que esperan Venezuela entera y el mundo, muy atento a la situación tan difícil que han vivido los venezolanos, a la fuerte crisis económica. La juez ya ha recibido la decisión de la ONU y debe ejecutarla. He entrado en todas las audiencias y puedo decir que el juicio es un montaje, una farsa. No hay ninguna prueba que culpe ni a Leopoldo ni a los estudiantes. No nos aceptaron ninguna prueba o testigo para defendernos. Sus pruebas y testigos son 78 personas, de las cuales 76 son miembros del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela, oficialista). No solo hablo por Leopoldo, mi voz representa la de los familiares de los presos políticos, los caídos, los torturados, la de los encarcelados.
—¿Cómo se encuentra su marido? Sus abogados han denunciado las malas condiciones carcelarias.
—Leopoldo lleva ocho meses preso, cinco de ellos confinado. Sigue aislado, sin visitas. Sus derechos son violados de forma sistemática en la prisión militar de Ramo Verde porque le graban las conversaciones, le revisan toda la correspondencia y los libros. Le han robado objetos personales en la celda. Ni las visitas son privadas, siempre está presente un funcionario del Gobierno. Aparte de que es un encarcelamiento injusto y violatorio de sus derechos, el juicio está lleno de vicios. Representa a ese preso político venezolano que está encarcelado porque tienen miedo a su liderazgo.
—¿No pecó de ingenuidad al entregarse a las autoridades el pasado 18 de febrero, pensando quizá que sería cuestión de días?
—No, tenía muy claro a qué se enfrentaba. Se enfrentó a la justicia injusta, dio la cara una vez más por los venezolanos porque quiere cambiar los poderes públicos, que están secuestrados, no son autónomos. Todos se rigen por el mando de Maduro. Leopoldo López es un líder progresista que a principios de año planteó su proyecto serio, estratégico, de la salida constitucional a la crisis. Fue tan contundente, la gente lo recibió tan bien y se desahogó de manera masiva por las calles de Venezuela con protestas pacíficas, que le hicieron esta emboscada y lo encarcelaron.
—No falso, nunca creímos esto. Más bien recibimos la opción del Gobierno de salir del país, que Leopoldo nunca aceptó. Nunca aceptará irse de Venezuela, no tiene nada que esconder, quiere cambiar la triste realidad.
—¿Se arrepienten de esa decisión?
—No, lo hemos hablado mucho en la celda y en familia. Está convencido de que viene un cambio, que su sacrificio, sus horas privado de libertad representan la indignación de millones de venezolanos. Cada veinte minutos muere un venezolano, cincuenta a diario por culpa de la violencia. No hay Estado de Derecho, no hay ley, no hay justicia. Hay escasez, tenemos la inflación más alta del mundo. Cada mes, cada día, esto empeora. La lucha de Leopoldo es la de muchos venezolanos que estamos alzando nuestra voz para se respeten los derechos humanos y se ejecute la decisión de la ONU.
—Parlamentarios chavistas han afirmado que el Gobierno no está obligado a acatar la petición de la ONU.
—No solo tiene la obligación sino que Venezuela ha firmado los pactos internacionales y forma parte de Naciones Unidas. En los próximos días va a formar parte del Consejo de Seguridad. Para que esto pase, Leopoldo López tiene que estar en libertad.
—¿Han encontrado el apoyo que esperaban en España y en Europa?
—Sí, hemos visitado varios países a lo largo de estos meses y hemos recibido mucho apoyo y mucha preocupación acerca de la realidad de Venezuela. Esta visita es muy importante porque estamos a horas de presenciar su liberación, que depende de que los países que crean en las libertades y en la democracia se pronuncien.
—¿Cómo llevan sus hijos la larga detención de su padre?
—Con mucha paciencia. Rezamos mucho por la noche. Ellos entienden que su padre está luchando por Venezuela, quiere cambiar la realidad para que puedan caminar por la calle hasta el parque, cosa que no podemos hacer porque hay mucha inseguridad.
—Rechazamos la violencia, las armas y todo lo que tenga que ver con enfrentamientos entre grupos. Esto se tiene que acabar. Los venezolanos tenemos que unirnos, abrazarnos, perdonarnos y dejar a un lado esa violencia inculcada a lo largo de estos años.
—¿Qué le parece el nuevo secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Chuo Torrealba?
—Me gusta mucho porque viene de los barrios, de ser un líder social. Leopoldo comenzó haciendo política con las redes populares, donde se discutía sobre democracia. Sé que va a lograr una unidad más fuerte, más activa, más contundente para conseguir cambios en Venezuela en los próximos meses.
—¿En estos meses se ha sentido respaldada por el resto de la oposición?
—Sí, hemos sentido mucho apoyo. Esta es una lucha que va más allá de la política y los liderazgos. Es una lucha por los derechos humanos, por el rescate de la justicia en Venezuela. A todos nos han tocado meses muy duros, pero estamos más fuertes y llenos de fe en que viene un cambio.
«Detención arbitraria», según la ONU