“Allí en la ONU hace unos minutos acabamos de tener una victoria, un récord mundial de apoyo, de amor, de confianza”, ha sido la frase enunciada por el presidente Nicolás Maduro luego de que fuese aprobada el ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU; sin embargo esta “victoria” que enorgullece a un Gobierno sumido en la violencia y las denuncias por violaciones a los DDHH no se trata de un hecho inédito como han querido diseñarlo, pues esta sería la quinta vez que el país asume esta silla temporal, dejando por el piso el supuesto “triunfo bolivariano”.
Han sido ya cuatro las veces que Venezuela ha logrado ser miembro no-permanente del Consejo de Seguridad: 1962-63 pasando por 1977-78, luego por tercera vez en 1986-87 y por último en 1992/93.
Gobernaba Rómulo Betancourt en 1962, dando apertura a la estabilización de la democracia venezolana cuando Venezuela fue incluida por primera vez para representar un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Fue entonces en 1977 cuando se repite este hecho durante el mandato, para lamento del gobierno de Nicolás Maduro, de Carlos Andrés Pérez, quien nuevamente en 1992 logró esta participación temporal hasta 1993, desde donde se tuvo que esperar 10 años pasando por la presidencia de Hugo Chávez para obtener este lugar.
Además, no se puede pasar por alto el año de 1986, momento en que gobernaba Jaime Lusinchi y el mismo apoyo mundial del que hoy habla el canciller Rafael Ramírez como si se tratase de algo jamás visto, fue presenciado por los venezolanos en aquel entonces.
Es así como queda nuevamente al descubierto, que las novedades y los supuestos logros del Gobierno Nacional no son más que repeticiones realizadas 15 años después de permanecer en el poder.
El ex diplomático Adolfo Raúl Taylhardat realizó una serie de consideraciones que representan a la perfección el poco merecimiento que tiene el Gobierno actual para esta aprobación, principalmente la que había permanecido en duda frente al resolución que habría aprobado el organismo en relación al caso Leopoldo López.
1. Resulta evidente la contradicción manifiesta entre la aspiración del gobierno a ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad y las expresiones afrentosas que ha tenido el Presidente hacia la Organización de las Naciones Unidas a la cual ha calificado de inútil, ineficaz e inoperante.
2. De la misma manera la candidatura venezolana ha quedado en entredicho luego de los ataques personales que el presidente Chávez dirigió al presidente de Estados Unidos y las acusaciones de supuestos plantes de agredir a Venezuela que formuló ante el principal foro de la comunidad internacional.
3. Finalmente, no se pude perder de vista que el actual mandatario venezolano ha mantenido una posición ambigua en relación con la narcoguerrilla colombiana y tampoco ha sido clara y categórica la actitud del gobierno venezolano en la lucha que libra la comunidad internacional contra el terrorismo. (RL/LaPatilla.com)