La Quinta es más que una formación rocosa donde, según la orientación, empieza o termina el municipio Jáuregui. Hace 200 millones de años, La Quinta fue la casa de las dos primeras especies validadas por la ciencia de dinosaurios, no solo de Venezuela sino de todo el norte de América del Sur: elLaquintasaura y el Tachiraptor, los habitantes más antiguos de lo que ahora se llama Táchira, publica La Nación.
Si no es porque dos vallas del Ministerio de Petróleo y Minería advierten a los transeúntes, ese tramo de la carretera Seboruco – La Grita pasaría inadvertido con sus montañas de piedra, su vegetación xerófila, su río Grita y sus colinas verdes. Ambos carteles fueron fijados a tierra en julio de 2013, cuando apenas se sabía que los fósiles allí descubiertos pertenecían a algún tipo de dinosaurio, sin clasificación exacta.
Tras dos décadas de excavaciones y estudios, el 2014 se ha convertido en un año de dos grandes conclusiones.
1) El 6 de agosto la opinión pública mundial conoció que algunos de los huesos hallados corresponden a una especie única, nunca antes descrita en alguna otra parte del planeta, a la que nombraron Laquintasaura venezuelae.
2) El 8 de octubre científicos hicieron público que otros fósiles de la misma zona revelan la posible convivencia delLaquintasaura con otro tipo de dinosaurio, también nuevo para la ciencia, al que clasificaron como Tachiraptor admirabilis.
Ambos artículos están contenidos en publicaciones de la Real Sociedad de Londres, una suerte de gaceta oficial de las ciencias naturales en el mundo.
Lo normal para la paleontología, o la disciplina que estudia los seres desaparecidos a partir de sus restos, ha sido el registro de fósiles de dinosaurios únicamente en zonas bajas de América del Sur. Investigaciones reconocen 84 especies válidas en Argentina y 16 en Brasil. Chile aporta unos tres descubrimientos y Uruguay dos.
Con el par de “tachirenses prehistóricos”, Venezuela ingresa a los registros de países con dinosaurios propios, una lista que desde el siglo XIX suma alrededor de 800 variaciones del tipo de animal más grande que ha existido.
Herbívoro y en manada
La impresión artística de Mark Witton se basó en los hallazgos científicos. (Reproducción/web de la Universidad de Zúrich)
Quién iba a pensar que la finca de los Zambrano, antes dedicada a la producción de panela y ahora de leche, esconde tanta riqueza científica. Antes de que llegaran por primera vez los especialistas, en los albores de los años 90, estudiantes del Liceo Militar Jáuregui y de la Universidad de los Andes hacían allí estudios de suelo, recuerda Marco, integrante de la más reciente generación de la familia. Hasta él mismo recolectó pedacitos de piedra que llevó a prácticas de Ciencias de la Tierra en bachillerato.
“Los fósiles fueron colectados por mi persona en 1992 y, luego, más en 1994”, rememora el biólogo Marcelo Sánchez, único venezolano y coordinador del grupo internacional de seis investigadores que dieron nombre al Laquintasaura venezuelae; el nuevo del orden de los ornitisquios, también conocidos como “cadera de ave”.