El papa Francisco proclamó hoy beato a Pablo VI durante una misa multitudinaria en la Plaza de San Pedro, en la que recordó cómo el pontífice que concluyó el Concilio Vaticano II “condujo a la Iglesia con sabiduría y visión de futuro”.
“Pablo VI, en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro -y quizás en solitario- el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor”, dijo Francisco durante la homilía de la beatificación.
Pablo VI fue beatificado durante una ceremonia que también clausuró el Sínodo extraordinario de la familia celebrado en estos días en el Vaticano, ya que fue el papa Giovanni Montini quien instituyó este organismo de consulta.
El milagro atribuido a la intercesión de Pablo VI, y que le permitió ser beatificado, fue la curación de un feto a principios de la década de 1990 en California. Después de que se diagnosticase que tenía graves problemas cerebrales, la madre se negó a abortar y el niño nació sin problemas.
Francisco recordó durante su alocución que Pablo VI escribió que el Sínodo serviría para “adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad”.
“Contemplando a este gran papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias”, continuó Francisco.
El papa argentino agradeció el “humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia” de Pablo VI, y recordó que fue “el gran timonel” del Concilio Vaticano II.
Pablo VI, expresó Francisco, “supo de verdad dar a Dios lo que es de Dios dedicando toda su vida a la sagrada, solemne y grave tarea de continuar en el tiempo y extender en la tierra la misión de Cristo”.
El papa Montini, expresó Francisco, “guió a la Iglesia para que fuera al mismo tiempo madre amorosa de todos los hombres y dispensadora de salvación”.
Montini fue el primer papa viajero y el autor de la “Humanae Vitae”, que incluía la postura de la Iglesia Católica hacia el aborto, pero también hacia el control de la natalidad y los métodos anticonceptivos, explicando que sólo no eran pecado aquellos considerados ‘naturales’ y otras medidas que se relacionan con la vida sexual
Pero Francisco también recordó que firmó la exhortación apostólica “Evangelii nuntiandi”, con la que “quiso despertar el compromiso de la Iglesia para evangelizar el mundo”, y la “Marialis cultus”, en la que se proclamaba a la Virgen María “madre de la Iglesia”.
La ceremonia, como es tradicional, comenzó con la lectura de la biografía del papa Montini por el postulador de la causa de beatificación, Antonio Marrazzo, y después el obispo de Brescia, Luciano Monari, pidió al papa que declarase beato a Pablo VI.
Francisco leyó la fórmula en latín en la que se decía que “desde ahora el papa Pablo VI será llamado beato y se celebrará su fiesta, en los lugares y según las reglas establecidas, cada año el 26 de septiembre”.
Junto al altar se expuso durante toda la ceremonia como reliquia la camiseta ensangrentada del atentado que sufrió Pablo VI en 1970, cuando un pintor boliviano le hirió con dos puñaladas a su llegada al aeropuerto de Manila.
A la misa asistieron decenas de miles de personas, sobre todo llegadas desde Brescia, localidad natal del pontífice, y desde Milán, la ciudad de la que fue arzobispo.
Antes de iniciar la celebración, Francisco saludó al papa emérito Benedicto XVI, quien asistió a esta beatificación, pues fue Pablo VI quien le nombró cardenal. EFE