Las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se desarrollan desde hace casi dos años en Cuba, podrían ser trasladadas a París, según un reporte de un diario local, que no fue confirmado oficialmente.
Los diálogos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, que comenzaron en noviembre de 2012 en La Habana, buscan terminar con el largo conflicto armado que azota al país desde hace 50 años.
Según un reporte publicado el miércoles por el diario colombiano El Espectador, que cita a fuentes cercanas a las negociaciones, “se habría mencionado que esa nueva sede podría ser París”.
El diario señala que “existe la posibilidad de sacar los diálogos de Cuba para llevarlos a otro país, con el fin de darles nuevos aires y enviarle una señal a Estados Unidos”, nación que según la publicación ha expresado inquietudes porque las conversaciones se desarrollen en Cuba.
Contactada por la AFP, una fuente oficial cercana a la delegación del gobierno que negocia con la guerrilla, señaló que el reporte es “poco creíble”. “No es la primera vez que circulan este tipo de rumores. Brasil ya fue mencionado también en el pasado” como posible sede para las negociaciones, afirmó.
Las FARC, fundadas hace 50 años en el marco de una insurrección campesina, es la principal guerrilla del país con cerca de 8.000 combatientes, según cifras oficiales.
Las negociaciones entre la guerrilla y el gobierno colombiano ya han alcanzado tres acuerdos parciales: el desarrollo rural, la participación política y un plan contra los cultivos ilícitos.
El viernes comienza un nuevo ciclo de conversaciones centrado en el tema de la reparación de las víctimas, mientras que quedan pendientes el abandono de las armas y el mecanismo para refrendar los acuerdos.
Las negociaciones, sin embargo, se dan sin que se haya acordado un cese al fuego en el país.
En el conflicto armado en Colombia han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, agentes del Estado y bandas criminales, dejando hasta ahora unos 220.000 muertos y más de 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.