El atacante adolescente que abrió fuego en una cafetería de una escuela secundaria en el estado de Washington la semana pasada pudo haber herido a más víctimas de no haber sido por las acciones audaces de una joven maestra.
Los testigos dicen que Jaylen Fryberg, un popular estudiante de primer año, disparó y mató a una estudiante e hirió a otros cuatro en el abarrotado comedor de la escuela secundaria de Marysville-Pilchuck el viernes, a unos 54 kilómetros al norte de Seattle.
Megan Silberberger, una maestra, estaba en una oficina cercana cuando escuchó los disparos, dijo Randy Davis, presidente de la Asociación de Educación de Marysville.
“Ella corrió a la cafetería y vio a los estudiantes tumbados”, dijo Davis. Silberberger también vio a un pistolero.
“Corrió hacia el tirador”, dijo, “para detenerlo… y ayudar a capturarlo”.
Davis no reveló los detalles del enfrentamiento, pero un estudiante que fue testigo del mismo le describió lo que vio a KIRO, afiliada de CNN.
“Simplemente lo tomó del brazo”, dijo Erick Cervantes. “Ella fue quien lo interceptó con la pistola. Él trató de ya sea volverla a cargar o apuntarle a ella”.
“En realidad, creo que ella es la verdadera heroína”, dijo Cervantes.
Silberberger rechazó ser entrevistada por CNN, pero hizo la siguiente declaración: “Estoy agradecida por el apoyo que he recibido. En este momento, lo que pido es privacidad”.
Una fuente policial con conocimiento de la investigación le dijo a CNN que Fryberg de hecho tuvo dificultades para volver a cargar la pistola, porque sus manos le temblaban.
Hasta ahora, la policía no ha dicho cuántos disparos hubo en total, pero había quedado al menos una bala en el cartucho antes del enfrentamiento con Silberberger… porque el último tiro fue el que terminó con la vida de Fryberg. Se ha determinado que la pistola Beretta de calibre .40 que parece, fue utilizada en el tiroteo, pertenece al padre de Fryberg, según la fuente.
Las víctimas no fueron aleatorias
Estudiantes, padres y maestros se reunieron dentro del gimnasio de la escuela secundaria Marysville-Pilchuck el domingo para recordar, llorar y hablar de formas de seguir adelante. Separaron a los padres y los estudiantes para llevar a cabo discusiones privadas.
Las autoridades no han dado a conocer públicamente el nombre de la joven que murió; sin embargo, sus amigos le dijeron a CNN que su nombre era Zoe Galasso.
Quienes resultaron heridos (dos chicas y dos chicos) se encuentran en la unidad de cuidados intensivos en hospitales en Seattle y Everett. Entre ellos hay miembros de la familia de Fryberg.
Andrew Fryberg, de 15 años, se encuentra en estado crítico, y Nate Hatch, de 14 años, se encuentra en
estado grave en el Harbouview Medical Center en Seattle, según la vocera del hospital, Susan Gregg.
“Los tres son primos, y todos viven cerca”, dijo Don Hatch, el abuelo de Nate, a KOMO, afiliada de CNN.
Los chicos eran amigos cercanos, casi inseparables, dijo Hatch. Hace poco incluso fueron juntos a un baile de la escuela, donde Fryberg fue nombrado el príncipe de primer año del baile de bienvenida.
“Solo Dios sabe qué hizo que esto se intensificara. Solo Dios sabe”, dijo Hatch, según KOMO. “Nadie provocó esto al hacer bullying. Simplemente es algo que ocurrió, y no sabemos por qué”.
Hatch dijo que perdona a Fryberg y piensa visitar a su familia.
“Diré: ‘Lo lamento y voy a pedir por ustedes'”, dijo.
Las chicas fueron identificadas como Shaylee Chuckulnaskit y Gia Soriano, ambas de 14 años, según la Dra. Joanne Roberts, directora médica del Providence Regional Medical Center Everett. Ambas se encontraban en estado crítico con heridas en la cabeza.
En una conferencia de prensa el sábado, Roberts leyó una breve declaración de la familia de Soliano: “Nuestra familia está conmocionada. Agradecemos sus pensamientos y oraciones durante esta tragedia. Nos dolemos con las otras víctimas y sus familias”.
Conmoción en la cafetería
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