Residentes de Canaima se sienten estafados, discriminados y violentados en sus derechos como indígenas. La penetración de la minería ilegal está acabando con los delicados ecosistemas del Parque Nacional, su hábitat ancestral, trayendo consigo vicios y transculturización. Correo de Caroní
Gilberto Abati, excapitán comunitario de Kamarata, y Víctor Abati, actual capitán general del sector II que comprende Kamarata y Canaima, reclaman que, pese a sus denuncias sobre la minería y la necesidad de promover otras alternativas económicas sustentables, el Estado se hace de la vista gorda.
“Yo mismo le entregué al ministro de Turismo, Andrés Izarra, los proyectos socioproductivos que tenemos para la comunidad.También le denunciamos en mayo lo que estaba pasando y días después él salió diciendo lo de la minería con el presidente Maduro. No entendemos si están conscientes de la situación por la que hemos denunciado, por qué no actúan contra la minería y para ayudarnos a realizar lo que necesitamos para abastecernos nosotros mismos”, reclamó el capitán general.
Gilberto Abati sostiene que “el Estado promueve la minería ilegal en Canaima porque no da respuestas a nuestras necesidades, y no combate realmente lo que sucede. Uno denuncia en Caracas y de inmediato llaman a los dueños de máquinas mineras y les dicen quién está denunciando; se trata de algo delicado porque estamos expuestos y nadie hace nada”.
Los capitanes exhortan a las autoridades a dar verdaderas respuestas a la situación dentro del Parque Nacional Canaima, sector occidental, donde está el Salto Ángel antes de que sea demasiado tarde.
“Somos indígenas y tenemos derechos nacionales e internacionales que son vulnerados, necesitamos del Estado para surgir y para evitar que sigan destruyendo nuestras tierras con la minería, es papel del Estado ese resguardo a través de sus mecanismos, pero si no lo hacen nos obligarán a agotar todas las posibilidades, no es bueno llegar a los extremos. El pueblo pemón es organizado, no es tonto y lo que quiere es diálogo para resolver los problemas”, remarcó el excapitán comunitario Gilberto Abati.
Canaima está en su hora más menguada. La falta de combustible tiene a comunidades y operadores turísticos en jaque. Aunque hay instalada una comisión presidencial contra la minería ilegal, esta no ha dado resultados. A esto se suma una reciente denuncia de deforestación frente al Salto Ángel, en la Isla Ratón, realizada por una empresa privada y sobre la cual no hay una versión oficial.