En las calles del sector IV de Francisca Duarte, en San Félix, impera una ley: la impunidad. Vecinos, policías y delincuentes lo saben. Los primeros dejan sus hogares para resguardar la integridad física; la inercia de los segundos estimula la violencia y la anarquía, publica Correo del Caroní.
El efecto dominó comenzó el 3 de septiembre cuando un guardaespaldas iba a visitar a su mamá en esta comunidad y fue abordado por cuatro hampones que pertenecen a la banda el Grena. Intentó defenderse, pero al quedarse sin balas, los agresores terminaron por dispararle a quemarropa. Su familia se mudó de Francisca Duarte por las constantes amenazas. Miembros de la comunidad denunciaron el crimen. Las consecuencias se evidenciaron este 26 de octubre.
El domingo, cinco malhechores irrumpieron en la casa de una familia y a batazos sometieron a un joven de 27 años. Los asaltantes propinaron la paliza frente a la esposa e hijos de la víctima; al sacarlos a la calle, rompieron una tubería de gas y prendieron fuego a la vivienda. El muchacho murió tras 10 horas de agonía en el hospital.
Desde el 3 de septiembre, la banda de el Grena le ha declarado la guerra a los vecinos del sector Francisca Duarte, en San Félix. La anarquía se ha colado en las calles del sector IV; hay vecinos que han tenido que abandonar todo por temor a la muerte.
Todo inició con el asesinato de uno de los escoltas del presidente del Banco Caroní, el 3 septiembre. La víctima fatal iba a casa de su mamá cuando fue interceptada por cuatro delincuentes armados que le exigían su teléfono celular.
Jorge Ramón Aray Figuera, de 38 años, les entregó sus pertenencias y cuando los ladrones dieron la espalda para huir, Aray sacó un revólver Taurus 38 milímetros y abrió fuego contra los atracadores.
Los antisociales respondieron y también dispararon contra Aray. El arma del escolta se quedó sin municiones; dos de los ladrones se le acercaron y le dispararon a quemarropa.
Jorge Ramón cayó a pocos metros de la casa de su mamá. Uno de sus hermanos intentó auxiliarlo, pero fue en vano. Murió en el acto.
Desde el momento del homicidio de Jorge Ramón, los vecinos señalaron a el Grena, el Menor David, el Goyo y el Varón, como los ejecutores del crimen.
Sin revelar sus identidades por miedo, varios vecinos, se atrevieron a denunciar y comenzó el ataque…
La familia de Aray Figuera tuvo que abandonar el urbanismo por las constantes amenazas.
Otra familia de luto
La represión no ha sido solo con la familia de Aray. La víctima más reciente del grupo criminal fue Jesús Enrique Lugo Cabrera, de 27 años, quien residía frente a la vivienda de la mamá de Jorge.
El hombre fue sometido la madrugada del domingo dentro de su residencia y, en presencia de su madre, sus cuatro hijos y su esposa, fue golpeado con bates. Fueron cinco los delincuentes que irrumpieron en la residencia y obligaron a las mujeres a salir del inmueble con los niños.
Tras la salida de la familia de Lugo, los criminales rompieron el tubo de una bombona de gas y prendieron fuego en la vivienda.
Vecinos ayudaron a Jesús. Como pudieron lo sacaron de la vivienda y lo llevaron al hospital de Guaiparo; presentó quemaduras en diferentes partes del cuerpo y heridas abiertas en la cabeza. Alrededor de 10 horas estuvo la víctima luchando por su vida hasta que falleció.
Delitos imputados
Según fuentes ligadas a las investigaciones de la muerte de Jesús Enrique, el ataque se debe a que presuntamente Lugo fue una de las personas que señaló al grupo de asesinos como los autores de la muerte de Aray.
Esas acusaciones llevaron a los funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) a dar con el paradero de Greiner Gregorio Cordero Cedeño, de 21 años de edad, conocido como el Goyo, y Gerguin José Valera, alias el Varón, de 20. El dúo fue detenido el 16 de octubre en la calle 11 del mismo sector IV de Francisca Duarte.
Durante la audiencia de presentación, el tribunal N°5 de Control de Ciudad Guayana dictó medida privativa de libertad para ambos, luego de que la Fiscalía N°11 del Ministerio Público los imputó por los delitos de homicidio calificado en la ejecución de un robo agravado contra Jorge Ramón Aray Figuera y asociación para delinquir.
A pesar de que, según la boleta de encarcelación 148-14, el tribunal ordenó reclusión para Cordero y para Valera en el Internado Judicial de Ciudad Bolívar, también conocido como cárcel de Vista Hermosa, ambos siguen internados en la celda del Cicpc de San Félix.
¡La impunidad!
El Menor David, quien lleva el nombre de Josué David Machín Bastidas, de 27 años, fue detenido en abril por uniformados de la Policía del Estado Bolívar (PEB) por poseer 51 gramos de presunta cocaína. En su historia policial guarda un registro desde 2011, según el expediente K11007102899, por fuga de detenido y a pesar de esto, recibió una cautelar al momento de su presentación.
El Grena, otro de los líderes de la banda, también ha estado en manos de la justicia, pero ha quedado en libertad. Con ellos operan sujetos apodados los Guyaneses, el Tuertico, los Hijastros de Jeremías, el Cheo y el Niño.
Al igual que los padres de Aray, los parientes de Lugo también abandonarán su vivienda, tal como se lo exigieron los delincuentes. De lo contrario hay amenazas de muerte para cada uno de los que integran a la familia.