Carlos Lozano, de la mano de La Patilla, llegó al sector llamado El Cuatricentenario de la calle Paramaconi más arriba del Mirador, en Petare, Municipio Sucre de Caracas. Allá arriba, donde esos caraqueños ocultos en la masa urbana nos ven con curiosidad pero no con adversión ni odio y, especialmente, sin miedo; allí, entre nosotros, la Abuela Ana nos invita a su casa, que no es un “aquí mismo” ni un pasar, sino un viaje especial por largas escalinatas abajo, hasta un caño de agua que ella, con sus 76 años de paciencia y sus cholas desgastadas salvó con más agilidad que nosotros con 40 años menos y buenos zapatos. Ahí estuvimos, debajo del puente, y esta fue nuestra experiencia en “el Puente de la Abuela Ana”