Más del 85% de quienes se han ido, son jóvenes entre 20 y 35 años, el 90% de éstos son como mínimo profesionales, es decir, se nos está yendo el futuro del País, y allí salta la pregunta: ¿por qué se van? ¿Es que no les gusta su Patria? la respuesta es muy sencilla, es su propio País quien los invita a irse, hoy están dadas todas las condiciones para que los jóvenes piensen más en irse y probar suerte en el extranjero, con lo complejo que eso es, antes que en construir su futuro aquí.
Una inseguridad desbordada, día tras día mueren venezolanos a manos del hampa, sufren secuestros, son robados, antes decíamos que era peligroso salir de noche, hoy a eso le sumamos que también es peligroso salir de día, porque los grupos delictivos no dejan de hacer de las suyas y tienen sufriendo a quienes salen bien temprano de su casa en Cotiza o cualquier sector popular del País, para agarrar la camionetica que luego de llevar a sus hijos a la escuela, los lleve a su lugar de trabajo o estudio.
Pero no es sólo la inseguridad el problema, hoy no existen oportunidades en Venezuela para un joven progresar, tener una familia, adquirir una vivienda o un vehículo. No es necesario hablar de cifras, porque no hay un venezolano que no conozca lo impagable de ellas, cuando se trata de adquirir un apartamento o un carro, que además de lo costoso, no se consigue, ya que éste modelo fracasado acabó con toda la producción nacional, disparando los precios de lo poco que hay.
Este cóctel terrible hace que todos tengamos a un joven, ya sea un familiar, un amigo, un compañero de trabajo o un conocido, que ya se fue o que piensa en irse, llevándose así el corazón de su familia y el futuro de nuestra tan golpeada nación; y respeto a quienes han decidido hacerlo, no es su culpa, los únicos responsables sin quienes han destruido durante los últimos 15 años a esta tierra maravillosa y que como bien decía una caricatura de Rayma que me inspiró a escribir éstas lineas, la principal gestión del “Gobierno” son las centenares de despedidas que hay cada día en nuestros aeropuertos.
Pero a quienes hemos decidido quedarnos y luchar por el País, a esos les hago mi mayor reconocimiento, a los que extrañamos a quienes se han ido, les pido que juntos saquemos adelante nuestros sueños de una Venezuela repleta de oportunidades para cada venezolano, para que cambiemos éste modelo fracasado, en un modelo de prosperidad, bien común y respeto a la dignidad de la gente, le pido a cada joven que no se rinda, que exija y que trabaje por el País que quiere, si nos vamos todos, en manos de quién dejaremos a nuestra tierra, irse no es la solución, es sólo estirar la arruga de un problema que nos afecta a todos, que nos interesa a todos, y que todos debemos solucionar, si es posible vivir mejor aquí, tener seguridad, oportunidades y paz, sólo debemos conquistar voluntades, hacer valer nuestra voz, unir a la gente con un mensaje de amor y solidaridad y sobretodo, no rendirnos nunca, convertirnos en el País de las bienvenidas. ¡Venezuela no te rindas, que tus hijos no lo haremos!