Una delegación china con el alcalde de Pekín, Wang Anshun, a la cabeza defendió hoy su candidatura ante la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO), que celebra una asamblea en Bangkok. EFE
Wang destacó que su país ofrece unas instalaciones óptimas para los atletas, la experiencia obtenida durante los Juegos de 2008 y además el compromiso de organizar la cita de la manera más sostenible y eficiente posible, indicó en un comunicado el equipo de la candidatura china.”Un fuerte apoyo del Gobierno -remarcó el alcalde- y el pueblo de China, una infraestructura envidiable debido a los Juegos de Pekín 2008, la larga experiencia de China organizando eventos deportivos, un presupuesto controlado, un gran número de profesionales experimentados y un sólido apoyo de la comunidad empresarial, estos factores nos dan la confianza de que podemos celebrar unos juegos espectaculares, sostenibles y seguros en Pekín y Zhangjiakou en 2020″.La retirada de Oslo como candidata a organizar los Juegos de Invierno de 2022 ha dejado un inusual mano a mano entre Pekín y Almaty (Kazajistán), dos ciudades sin gran tradición en los deportes blancos, en la campaña que llevará a la elección de la sede el 31 de julio de 2015.La carrera por los Juegos de 2022 ha sido una sucesión de pasos en falso, retiradas y amagues a la que puso colofón la retirada de Oslo, incapaz de obtener del gobierno noruego las garantías financieras necesarias para seguir adelante.
Pekín aspira a ser la primera ciudad sede de los Juegos de Verano (2008) y de Invierno.
En realidad, Pekín pone el nombre a la candidatura y acogería las pruebas de hielo, pero la muy lejana Zhangjiakou, a 200 kilómetros de la capital, sería el escenario de las competiciones de nieve.
Esa distancia, más el hecho de que los Juegos de 2018 también vayan a disputarse en Asia, en la surcoreana PyeongChang, son sus principales inconvenientes.