Hacia finales de octubre, Petróleos de Venezuela (PDVSA) confirmó que importará crudos livianos para usarlos como diluyentes del crudo extrapesado que produce, una medida que si bien le ahorrará costos a la estatal, también evidencia retrasos en sus principales metas de extracción.
La petrolera se encargó de aclarar que las importaciones serán “ocasionales”, sin embargo esto no fue ratificado con el correr de los días, hecho que hace pensar que esta medida podría extenderse más de lo que se suponía en principio.
Además, un dato que no es menor: en 1990 PDVSA adquirió condensados nigerianos mientras se construían los primeros mejoradores en el país, pero las compras se frenaron cuando el último de ellos se inauguró en 2000. En esta oportunidad, la petrolera no informó por cuánto tiempo se mantendrán las importaciones.
Actualización de la red de refinación
PDVSA prevé desde hace casi 10 años ampliar y modernizar su complejo refinador para elevar su capacidad de procesamiento desde los 1,3 millones de barriles por día (bdp) actuales, pero la mayoría de los proyectos no se han terminado, limitando su absorción de crudos pesados.
Además, el severo accidente en Amuay causó importantes daños en el complejo más grande de Venezuela, el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), que desde entonces trabaja por debajo del 80% de su capacidad de 955.000 bpd.
La refinería Cardón, vecina de Amuay, es una de las mayores productoras de nafta pesada del país, usada principalmente como diluyente para los crudos extrapesados, pero frecuentes paradas imprevistas y la obsolecencia de las instalaciones obligan a PDVSA a importar la mayor parte de la nafta que necesita.
PDVSA anunció la actualización de un plan de inversiones para sus refinerías que prevé la inversión de u$s20.000 millones para ampliar su capacidad un 20%, pero no dio detalles sobre los plazos.
La modernización de las refinerías permitiría a la empresa contar con diluyentes de respaldo para sus crudos.
Incremento en la producción de livianos
El bombeo de crudos livianos y medianos cayó 37,5% en Venezuela desde 2004 para llegar a 1,1 millones de bpd el año pasado, según números de PDVSA. En ese mismo período, la producción de crudos más pesados creció más de 60%.
Cada barril extraído de la Faja necesita algún tipo de diluyente para ser transportado y exportado. La nafta normalmente ejerce ese rol para llevar el crudo hasta los mejoradores, pero cuando estos no trabajan a plena capacidad o están en mantenimiento es necesario usar crudo liviano para generar mezclas de exportación.
Seis nuevos proyectos de la Faja iniciaron extracción a partir de 2013, pero aún no hay mejoradores listos para procesar esos crudos. La producción conjunta es de unos 18.000 bpd según cálculos independientes, lejos de la meta de 47.000 bpd trazada para este año.
Sustituir la nafta importada por crudo o refinados locales no es una cuestión de meses o pocos años. Las reservas de crudos medianos y ligeros han caído un 10% desde 2004 debido a la poca atención de PDVSA a campos maduros, dicen expertos.
Se necesita la inversión masiva de recursos, conocimiento y tiempo para revertir la declinación de estos crudos, añadieron.
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