Con cuatro escenarios montados en el Paseo Bulnes, frente al Palacio de la Moneda, los participantes protagonizaron una verdadera fiesta animada por bandas electrónicas y pantallas gigantes, en las que se desplegaban lemas alusivos a la actividad.
Algunos con coloridos disfraces se desplazaban por la zona y bailaban al ritmo de la música, pese al quemante calor del verano austral.
“La convocatoria supera todas las expectativas”, señaló el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), organizador del evento.
“Esto implica el masivo respaldo a la igualdad para las familias homoparentales, así como un claro rechazo a quienes se oponen a los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales”, agregó.
Rolando Jiménez, líder del Movilh, sostuvo que “este es el primer evento masivo para las familias homoparentales, pues han sido estos grupos humanos los que junto a sus hijos han sido víctimas de la ignorancia y el desprecio de grupos fundamentalistas que tanto daño hacen a la armonía, la paz y la justicia social”.
“Junto con demandar matrimonio igualitario, venimos a decir aquí que quienes son profamilia son quienes apoyamos la igualdad de los derechos para las familias homoparentales”, agregó.
Jiménez criticó la postura de algunos partidos de la derecha chilena, de la Conferencia Episcopal Católica y algunas Iglesias evangélicas que, a su juicio, son “antifamilia”. EFE