El presidente venezolano Nicolás Maduro terminó su año de ‘superpoderes económicos’ firmando 28 leyes, algunas de tipo fiscal, que analistas califican como “desenfocadas” ante un desenfrenado déficit fiscal que para 2015 se proyecta en 20% del PIB, publica El Impulso.
Agobiado por las deudas internas y externas, una inflación del 63,4% y una escasez de divisas por la vertiginosa caída de los precios del petróleo, el mandatario agotó el martes por la noche los ‘superpoderes’ otorgados por la Asamblea Nacional hace un año -y que expiran este miércoles- con una subida de impuestos a los bienes de lujo, el alcohol y el tabaco.
También promulgó una ley que elimina los ajustes por inflación en los impuestos de las empresas y otra que profundiza los controles para que los comercios no rebasen el 30% de margen ganancia en los precios de los productos.
En un acto de varios horas transmitido por la televisión oficial, el mandatario del país petrolero firmó un total de 28 leyes para “lograr gran incremento en la recaudación” y “para el crecimiento de la economía”, entre las que también figuran textos para atraer más inversión extranjera, combatir los monopolios o incrementar el rol del estado en la extracción del oro.
Maduro, que reponsabiliza a una “guerra económica” por el declive -alta inflación y escasez de productos- que sufre Venezuela desde que llegó al poder hace año y medio, comentó brevemente las leyes, aclarando que pronto serán publicadas en la Gaceta Oficial y que los ministros y responsables correspondientes se encargarán de dar más detalles.
“Medidas desenfocadas”
Pero las medidas anunciadas en nada se parecen a los grandes ajustes que hace muchos meses analistas nacionales e internacionales esperaban para este año no electoral, como el incremento del precio de la gasolina -la más barata del mundo-, la unificación de los tres tipos de cambio en un tasa sincerada o el fin del envío de petróleo a países amigos en condiciones preferenciales.
“Están desenfocadas. No puedes utilizar mecanismos de compensación de déficit que jueguen en contra del corazón del problema, que es la producción y la inversión, incrementando impuestos a lo que queda del aparato productivo, los controles y las amenazas. Ni vas a resolver el déficit, ni vas a solucionar el problema de la oferta”, explica a la AFP el economista y analista polìtico Luis Vicente León.