El llanto y la indignación estallaron en Honduras por la muerte de la hermosa muchacha morena que debía haber volado a Londres el miércoles para representar a Honduras en el concurso Miss Mundo, pero que apareció baleada con su hermana en una remota ribera.
Después del hallazgo el miércoles de los cadáveres de la actual Miss Honduras, María José Alvarado, de 19 años; y su hermana Sofía, de 23, la policía anunció que el novio de la hermana había confesado haberlas asesinado la semana pasada en un ataque de celos porque su novia bailó con otro hombre.
Docenas de familiares y amigos de la reina de belleza se reunieron para una vigilia con velas en la universidad a la que asistía, recordando a una joven sencilla que aspiraba a ser diplomática, salía sin maquillaje y trabajó como recepcionista para ayudar a sostener a una humilde familia.
“Era sencilla, humilde, totalmente, inocente sonriente y joven sin malicia”, dijo Ludin Reyes, compañera suya en la Universidad Técnica de Honduras.
El Centro para los Derechos de las Mujeres, con sede en la capital hondureña, Tegucigalpa, emitió un comunicado condenando los asesinatos y señaló que 328 mujeres fueron asesinadas en este país centroamericano en lo que va de año.
“El caso de María José y Sofía deja en evidencia la situación de violencia femicida generalizada y la inexistente respuesta del Estado de Honduras para prevenir, investigar y sancionar los femicidios”, indicó el comunicado.
Los cuerpos que se cree pertenecen a las hermanas se encontraron sepultados cerca del balneario donde desaparecieron una semana antes cuando celebraban el cumpleaños del novio de Sofía, Plutarco Ruiz.
En algún momento en la noche del 13 de noviembre, Ruiz se molestó porque su novia había bailado con otro hombre y se enfrascó en una pelea verbal con ella para luego sacar una pistola con la que disparó primero a Sofía, y después a María José cuando intentaba huir, dijo el general Ramón Sabillón, director nacional de la policía. La reina de belleza recibió dos balazos en la espalda.
Claudio Cecilio Muñoz, tío de las jóvenes, dijo que Ruiz había ido a la modesta casa de la familia, situada junto a una carretera de tierra, el día después de la desaparición para invitarles a comer, y que regresó varios días para ayudar con la búsqueda. Describió a Ruiz no como a un novio, sino alguien que estaba cortejando a su sobrina.
“No pusimos la denuncia el viernes porque esperábamos una llamada de rescate de secuestro pidiendo dinero, el sábado fuimos la mamá y yo a poner la denuncia y el asesino vino con nosotros”, dijo.
Ruiz guió a los investigadores hasta el lugar donde él y su supuesto cómplice enterraron a las hermanas en Santa Bárbara, unos 400 kilómetros (240 millas) al oeste de Tegucigalpa.
El cuerpo de Alvarado, envuelto en plástico marrón, fue cargado en una camioneta, apenas unas horas antes del momento en el que debía haber abordado un avión a Londres para concursar en Miss Mundo. El 14 de diciembre se coronará a la ganadora.
El arma fue encontrada en poder de Ruiz
“Teníamos su vestido listo, y sus trajes tradicionales”, comentó la estrella de televisión Salvador Nasrallah, que contrató a Alvarado como modelo para su concurso “X-O Da Dinero”.
“Esto no es un crimen pasional, esto es machismo”, dijo Nasrallah, ex candidato a la presidencia.
El organizador del concurso de belleza hondureño, Eduardo Zablah, dijo que el país no enviaría una sustituta a Londres.
El perfil de Alvarado en el sitio del concurso la describe como estudiante universitaria que jugaba al voleibol y el fútbol y a la que encantaba interpretar un baile tradicional de Garifuna, llamado punta.
La madre de las jóvenes, Teresa Muñoz, dijo a Televicentro que sus hijas eran confiadas e inocentes. “No eran muy astutas para analizar a la gente a su alrededor. Sólo eran amistosas”, dijo Muñoz. “Salían con gente a la que no conocían desde hacía mucho tiempo”.
El asesinato de las hermanas subraya lo que los expertos consideran una alarmante tendencia de violencia contra las mujeres en Centroamérica, impulsada por la pobreza, el machismo, la violencia doméstica, las pandillas y el narcotráfico.
Según un informe de Naciones Unidas, los asesinatos de mujeres y niñas en Honduras aumentaron un 263% entre 2005 y 2013. El país tiene la tasa de homicidios más alta del mundo para un país que no está en guerra, con una estimación de entre 90 y 95 por cada 100.000 personas.
En septiembre, el Centro para los Derechos de las Mujeres publicó un informe revelando que la cantidad de mujeres que sufren muertes violentas pasó de 412 en 2011 a 636 el año pasado, a pesar de que la cifra de hombres asesinados se redujo ligeramente. El centro estimó que las estadísticas del gobierno no tienen en cuenta hasta al 17 por ciento de las mujeres asesinadas.
“La violencia contra las mujeres es un enorme problema en Honduras”, dijo Adriana Beltrán, miembro destacado de la Oficina de Washington sobre Latinoamérica.
Los que conocían a Alvarado, que fue coronada en abril, dijeron que no se había dejado llevar por la fama de su título. Salía por la ciudad vestida con tejanos, con el pelo recogido y sin maquillaje.
“Cuando María José ganó el concurso, no pensó que fuera tan importante. Yo sólo quería que ella fuera feliz”, dijo su madre. AP