El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el colombiano Ernesto Samper, informó hoy que el bloque prepara un plan de lucha contra las drogas a través de varias medidas de control de activos y sustancias químicas empleados en la síntesis de los narcóticos.
El exmandatario colombiano (1994-1998) dijo que este fue uno de los temas conversados este jueves con el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, al inicio de una visita que seguirá mañana con su asistencia a una reunión de vicecancilleres del bloque en la ciudad de Santa Cruz (este).
“Unasur está preparando una iniciativa en materia de lucha contra las drogas”, indicó Samper en una rueda de prensa en La Paz.
“Tenemos que darles una oportunidad a los sectores débiles de la cadena del narcotráfico y ser duros con los verdaderos responsables del problema, que son las cadenas criminales”, sostuvo.
Explicó que la propuesta consiste en dejar de tratar con dureza a los campesinos que cultivan plantas base para las drogas porque lo hacen para sobrevivir, y a los consumidores o “al que lleva un kilo de droga a los EE.UU, mientras que por los canales abiertos de la globalización se están metiendo toneladas”.
Por contra, consideró que los verdaderos culpables del narcotráfico deben ser perseguidos por medio del control del lavado de activos y de los precursores químicos o “si se puede, a través del establecimiento de impuestos en algunos casos, para acabar con el negocio”.
Afirmó que la comunidad internacional se está dando cuenta de que las políticas de prohibición de drogas no están dando resultados, porque en el mundo hay 300 millones de consumidores de estupefacientes.
A su juicio, su historia y vivencias le dan a Suramérica la “autoridad moral” para buscar una “política alternativa”.
Esa salida “seguramente no será caer en la legalización, que sería igual de perniciosa que la prohibición, pero sí buscar una política que nos permita avanzar sin castigar a sectores débiles”, agregó.
Los países andinos Bolivia, Perú y Colombia son los mayores productores de hoja de coca del mundo, y también de su derivado ilegal, la cocaína.
En Bolivia, la hoja de coca tiene, históricamente, usos culturales, medicinales e industriales, pero también es la materia prima para la producción de cocaína.
Según informaciones difundidas en 2013 en La Paz por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las tres naciones producen alrededor de 1.000 toneladas anuales de cocaína, de las que se decomisa cerca de un 60 %. EFE