Juan José Moreno A: Un “elefante rojo” llamado Asamblea Nacional

Juan José Moreno A: Un “elefante rojo” llamado Asamblea Nacional

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Tal como se encuentra degradada la institución legislativa, la imagen que nos proyecta a los venezolanos la Asamblea Nacional es la de una rara especie animal, algo así como un gigante paquidermo al que le cuesta un mundo mover sus pesadas patas, quizás por efecto de la vacuna  ideológica  inyectada  sobre él, que además lo induce a mostrar su piel enrojecida.

Y este auténtico “elefante rojo” en el que ha sido convertido nuestro parlamento, apenas puede moverse a petición del jefe supremo que, desde Miraflores, gira las instrucciones cuando requiere de sus especiales favores.





Si revisamos lo que establece el artículo 187 de la Constitución vigente, encontramos que además de la función de legislar en materia de competencia nacional, está obligada a “ejercer funciones de control sobre el Gobierno y la Administración Pública Nacional” y entre otras: aprobar las líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la Nación, velar por los intereses y autonomía de los Estados y decretar amnistías.

Y nos preguntamos, ¿se ha visto alguna vez durante lo que va del régimen que esta institución  haya intentado atender las denuncias de quienes nos atrevemos a exigir la investigación de los diversos hechos de corrupción que a cada momento se evidencian en los distintos órganos de la Administración Pública Nacional? ¿Le para la Asamblea a las solicitudes que tanto interna como externamente rechaza el gobierno, de amnistiar a políticos injustamente sometidos a prisión?  ¿Defiende realmente el parlamento la autonomía de los Estados, permanentemente boicoteados y creados sobre ellos instancias de gobierno paralelos? ¿Fija acaso posición este paquidérmico organismo, ante lo errado de los manejos del régimen que, además de colocar al país en una situación de bancarrota,  estimula con sus actos una inflación que reduce tan drásticamente el salario real de los trabajadores?  Y, lo más reciente, ¿Por qué se muestra tan incapaz de someter a la consideración de sus miembros la formulación de leyes, en lugar de mantener como lo continúa haciendo, la habilitación que siga permitiendo al Presidente de la República profundizar en el desastre económico que hunde al país?

Las respuestas están a la vista, las observa y sufre el trabajador venezolano que percibe sobre su cuello la soga que le aprieta cada vez que va al mercado en busca de los alimentos y medicamentos  y otros productos requeridos para su subsistencia; que cada día ve más alejada la posibilidad de renovar su vehículo, porque se trata este un privilegio del que solo pueden disfrutar en estos momentos los allegados al régimen; las dan los familiares de los encarcelados sometidos a juicios amañados que prolongan sus permanencias en cárceles donde se les violan sus más elementales derechos humanos; y las damos todos quienes reclamamos una conducción decente de los destinos del país y de una Asamblea que deje a un lado  las bajezas que caracterizan sus actuaciones, y asuma las funciones que les impone la Constitución y le reclama la población.

Es por ello que debemos reiterar nuestro llamado a los venezolanos conscientes de la situación por la que hoy atraviesa nuestra querida patria, y trabajemos en conjunto por la unión de todos los factores que no permitan imprimirle un verdadero sacudón a la Asamblea Nacional, para rescatarla de quienes la tienen convertida en el elefante rojo que es hoy, y enrumbarla hacia el cumplimiento de las verdaderas funciones que le corresponden.

Twitter: @JJMorenoA