Ayudado por la popularidad del mandatario saliente, el candidato oficialista a la presidencia de Uruguay, Tabaré Vázquez, se ha convertido en el favorito indiscutido para tomar las riendas del país frente a una oposición que no ha logrado mostrar un proyecto alternativo sólido, reseña Reuters.
Vázquez, que fue el primero en llevar a la izquierda uruguaya al poder y luego le entregó la banda presidencial a su carismático correligionario José Mujica, tiene una ventaja de entre 13 y 17 puntos en las preferencias, aseguran los sondeos para el balotaje del 30 de noviembre.
Durante una década de gobiernos, el Frente Amplio llevó estabilidad a una economía que crece a un promedio del 5,7 por ciento desde que asumió Vázquez, con políticas sociales que beneficiaron a los más desfavorecidos. Vázquez finalizó su mandato 2005-2010 con una aprobación cercana al 70 por ciento.
Aunque la oposición conservadora del Partido Nacional refrescó su anquilosada imagen con el joven Luis Lacalle Pou, un diputado hijo de otro ex presidente, el discurso conciliador del candidato de 41 años y sus propuestas diferentes sólo en matices a las del Gobierno no parecen haber calado lo suficiente.
“Me acuerdo lo mal que pasé económicamente antes de 2005”, dijo el comerciante Horacio Miranda, de 48 años. “Voy a votar a Tabaré porque con el Frente Amplio hay más trabajo y se puede vivir mejor”.
En la carrera por la primera ronda electoral, la oposición avanzó con ímpetu aprovechando el descontento por la inseguridad y los altos impuestos. Pero el resultado terminó siendo peor de lo esperado: Lacalle Pou obtuvo un 31 por ciento frente al 48 por ciento de Vázquez.
“(El resultado) cayó como un balde de agua fría en la gente”, reconoció el senador Gustavo Penadés del Partido Nacional, que aseguró que la militancia quedó desanimada.
A pesar de todo, al candidato oficialista de 74 años no le alcanzó para eludir la segunda vuelta.
Todos los pronósticos descuentan que la izquierda lograría el último domingo de noviembre su tercer mandato consecutivo. Sería la primera vez en medio siglo que ocurre eso.
“Para la ciudadanía no es muy claro cuál es la oposición al Frente Amplio, cuál sería la alternativa de Gobierno, tanto en términos políticos como programáticos”, explicó el politólogo Adolfo Garcé.
“BICHO POLÍTICO”
El factor Mujica fue clave en la primera vuelta. El apoyo que cosecha el ex guerrillero de 79 años en el interior del país ayudó a inclinar la balanza hacia Vázquez, aseguran analistas.
Mujica, un hombre que maneja un viejo Volkswagen Escarabajo celeste, dona la mayoría de su salario y prefiere seguir viviendo en una humilde casa de campo en lugar de mudarse a la residencia presidencial, ha conquistado a la mayoría de lo uruguayos con su estilo sencillo, frontal y muy poco protocolar.
“Sin llegar a ser un populismo como el de (Hugo) Chávez, Mujica genera en la gente ese no se qué que los encanta”, dijo un ex funcionario del primer gobierno de izquierda del Frente Amplio bajo condición de anonimato. “Es un bicho político que hace campaña las 24 horas”.
Aunque Vázquez tiene un perfil más moderado y calmo, instauró durante su gobierno el equilibrio fiscal y planes sociales de vivienda y salud que después Mujica consolidó para reducir la pobreza a menos del 12 por ciento de los uruguayos.
“El Frente Amplio está cosechando diez años de crecimiento económico, de políticas sociales, de incremento del PIB y de incremento del bienestar”, dijo el politólogo Garcé.