El presidente egipcio inició el lunes su primera visita oficial a Europa con una etapa en Italia, donde se reunirá también con el primer ministro Matteo Renzi, antes de viajar a Francia.
Se trata de la primera vez en ocho años que el jefe de Estado del mayor país árabe, elegido en junio pasado con el 96% de los votos, es recibido por el pontífice.
Según un comunicado de la Santa Sede, durante el encuentro, que se desarrolló en un clima “cordial” en la biblioteca privada del palacio apostólico, se abordaron temas como la libertad religiosa y se instó al diálogo y la negociación como “única opción” para resolver los conflictos en toda la región.
Los dos líderes reconocieron que es necesario “reforzar la coexistencia pacífica entre todos los elementos de la sociedad”, subraya la nota vaticana.
“La Iglesia católica está cerca de todo el pueblo egipcio, durante el curso del periodo de transición política”, reza el comunicado.
“Se expresó el deseo de que, en el marco de las garantías marcadas por la nueva Constitución en el ámbito de la tutela de los derechos humanos y de la libertad religiosa, se pueda reforzar la coexistencia pacífica entre todos los elementos de la sociedad y continuar en el camino del diálogo interreligioso”, sostiene.
“Se hizo una reseña sobre algunos temas de interés común, con particular atención por el papel del país en la promoción y de la estabilidad en el Medio Oriente y en África del Norte”, explica el comunicado.
“Se insistió en que la vía del diálogo y de la negociación es la única opción para poner fin a los conflictos y a la violencia que ponen en peligro a las poblaciones inermes y que causan pérdidas de vidas humanas”, concluyó.
El presidente egipcio conversó unos 22 minutos en privado con el papa argentino, a quien elogió por “el gran valor que representa para la humanidad”, dijo.
La visita se celebró en medio de imponentes medidas de seguridad.
Un grupo de cerca un centenar de egipcios celebró con música, bailes en una plaza central de Roma la visita de Sisi, quien goza de una alta popularidad en su país sobre todo por su papel cada vez más importante en la lucha contra los grupos armados yihadistas, un enemigo común de los países occidentales y árabes en Irak y Siria, lo que rehabilitó a Egipto a nivel internacional.
Los coptos, la mayor minoría cristiana de Oriente Medio, representan cerca del 10% de los 86 millones de habitantes de Egipto. La mayoría de ellos son ortodoxos aunque existe una pequeña comunidad católica.
Los coptos se quejaron el año pasado de sufrir discriminación, amenazas y ataques bajo el régimen del presidente islamista Mohamed Morsi, destituido en julio de 2013 por el ejército egipcio. Algunos coptos huyeron incluso al extranjero para evitar ser perseguidos.
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