No es la economía venezolana lo único que está pasando aceite. No es la clase media el único sector que siente quincena a quincena cómo le engorda la deuda con las tarjetas de crédito y de qué manera tiene que comprar cada vez menos productos. Y no se trata solamente de que la clase media tenga que dejar de comprar whisky a cinco mil bolívares el frasco del típico 12 años. No. La cosa va más allá. Es que cuando hace mercado, si acaso consigue lo que anda buscando y necesita, sencillamente tiene que meterle menos al carrito. No. La polarización reinante durante 15 años también está en caída libre.
Es un hecho. La polarización es el truco clave que usó en sus inicios Fidel Castro. Luego logró la hegemonía y el control, absoluto de cubanos y cubanitos por nacer. Más de 50 años de reinado lo comprueban. Dividir a la sociedad fue la línea maestra del difunto comandante. Y lo hizo de manera magistral. Buenos y malos. Negros y blancos. Pobres y ricos. Empresarios revolucionarios y empresarios imperialistas. Sindicalistas socialistas y sindicalistas vendepatria. Empresarios socialistas de la industria del marrano y empresarios importadores que se agarran las divisas. Hasta el deporte llegó la cosa. La división del país se metió en familias, colegios, liceos, universidades y hasta en los trabajos. Compañeros chavistas y compañeros antichavistas. Hasta aparecieron familiares con los que no se podía hablar sin agarrarse de las mechas. Pero eso se acaba. La realidad dura y empobrecedora regresó a todo el mundo a la tierra.
No hay polarización. Por estos días está desapareciendo. El hambre es para todos por igual. La desesperanza es de todos. La falta de horizontes es de todos. La pérdida de los jóvenes que se han ido para no volver justamente huyéndole al machorreo comunista afecta a la gran mayoría de las familias que todavía tratan de hacer vida en Venezuela. Y eso es nada. ¿Acaso el malandro de estos tiempos separa entre rojo y no rojo a la hora de meterle una bala en la cabeza de alguien para quitarle un celular o una moto? No. Antes tampoco, pero ahora menos. Hay más choros matando y más malandros robando. Y eso hace una gran diferencia. No obstante, está claro que con la muerte de Hugo Chávez uno de los polos de la polarización de congeló, se enfrió, desapareció. Y del otro lado, uno de los líderes está preso y antes estuvo inhabilitado. Y el otro fundamental está haciendo política a la antigua, esperando elecciones y eso molesta a mucha gente que prefiere más acción. Todo vale, si hay que decir algo. Todo es válido en estos tiempos de sobrevivencia legítima.
Pero algo está claro. La polarización ya no existe en los mismo términos en que fue vista y sufrida durante los últimos casi 16 años. El PSUV llama a elecciones de base y termina haciendo un proceso real y visiblemente escuálido, independientemente de las declaraciones, la propaganda y de la red de medios públicos. La gente vio lo que vio. No vio otra cosa. Y por otra parte, la gente de Voluntad Popular, el extremo de las salidas contra el gobierno, llama a firmar por una Constituyente y tampoco se produce el tsunami que en una polarización debe esperarse. No hay polarización. Tiene dengue o chikungunya.
Tal vez por eso está desganada.
@ejrl